Great Expectations
Hace meses que no tengo contacto con la publicación Mondo Sonoro, pero a través del foro del Azkena Rock Festival me he enterado que, en unas declaraciones, Jesse Malin ha confirmado que la organización de un festival español ha puesto dinero sobre la mesa para una reunión de D-Generation. ¡Hey, eso sería grande! Que den más datos pronto, por favor, que salgo de cabeza a comprar el abono.
La verdad es que semejante retorno, aunque fuese por una única fecha, sería muy, muy excitante. Tan excitante como poco rentable, eso sí; ¿o alguien cree que este resurgimiento llevaría asociadas grandes sumas de dinero? Lo dudo mucho, aunque, teniendo en cuenta la popularidad que ha conseguido el vocalista con su carrera en solitario, es probable que la cifra ofrecida sea de lo más tentadora. En cualquier caso, la oportunidad de poder ver otra vez a Sage, Pyro y Reich junto a Malin nos haría felices a unos cuantos.
No sé vosotros, pero una de las espinas que más profundamente llevo clavada es no haber podido ver a D-Generation descargar en vivo los temas de sus flamantes 'No Lunch' (1996) y 'Through the Darkness' (1999). Todavía me maldigo por no haber acudido a verlos en su visita como teloneros de Green Day hace una década, pero, ¡joder!, cómo podía imaginar que aquélla sería la ¿única? oportunidad que tendríamos en la vida de verlos sobre un escenario. Por aquel entonces -recién publicado 'No Lunch', y viendo el enorme potencial que tenían aquellas canciones- lo natural era pensar que la banda no tardaría mucho en recorrer nuestras salas de nuevo; en mejores condiciones, eso sí, encabezando su propio cartel y con tiempo suficiente para noquearnos con todas las bombas de napalm y bubblegum que componían su repertorio. Pero no, para su primer y último Spanish tour tenían que abrir para los jodidos Green Day, y en mi cabeza no cabía la idea de mezclarme con toda la chusma que arrastran esos payasos.
Entendedme, mi descubrimiento de la banda se produjo cuando el Popu se hizo eco de su existencia, y aquéllo fue como volver a abrir los ojos tras una larga ceguera. El grunge, el punk-pop y el rollo industrial acaparaban el mercado por entonces, y, aunque sucumbí a algunas de esas bandas, en mi corazón latían las ganas de volver a rockear de verdad. Y, precisamente, aquellos cinco neoyorkinos ofrecían lo que yo necesitaba. Tal obcecación por una banda a la que ni siquiera había escuchado se me antoja hoy en día ciertamente desproporcionada, pero supongo que me dejé seducir por los elogios de terceros y las fotografías de los protagonistas. Y, ¡qué demonios!, bien que hice, porque sus discos me han acompañado desde entonces hasta nuestros días.
Lástima que en el seno de la banda las cosas no fueran precisamente como la seda, y finalmente todo se fuera al garete. El rumbo que tomó Malin con su siguiente proyecto, Bellvue, no agradó a casi nadie, y los dos primeros trabajos que editó bajo su propio nombre, pese a la fama alcanzada en reductos más alternativos, poco nos decían a los que seguimos sus pasos al frente de D-Generation. En cualquier caso, 2007 puede ser el año que los devuelva -aunque muy efímeramente- al plano de actualidad. Y allí estaré yo, sin duda. A fin de cuentas, tengo una cuenta pendiente con Mr. Malin que se remonta a agosto de 2002. Fue ese verano cuando pisé el bar que regenta en New York, el Niagara, aunque en aquella ocasión la visita se saldó en decepción. La rubia de brazos tatuados que atendía tras la barra me confesó que Jesse solía dejarse caer por el local entrada la noche, así que, tras la ingestión de dos Budweisser, y viendo que para tan avanzada hora sería necesaria una larga espera, me despedí hasta una próxima vez.
Como ya digo, espero que el encuentro con nuestro hombre sea capitaneando al combo punk-rockero, aunque no tendría inconveniente en toparme con él si se acercase en solitario. Ya he comentado más arriba que sus dos primeros álbumes como cantautor me dejan bastante frío, pero no sucede lo mismo con su última obra, 'Glitter in the Gutter' (2007), un disco de lo más recomendable que, si bien no supone un retorno en toda regla a su enérgico pasado, sí significa un acercamiento a sus raíces más rockeras ('In the Modern World', 'Prisoners of Paradise' o 'Black Haired Girl', algo lejos de los trallazos de antaño, nos devuelven la fe perdida gracias a sus guitarrazos). Y si hablamos de intensidad -en este caso, acústica- ahí están piezas como 'Don't Let Them Take You Down (Beautiful Day)', la nocturna 'Aftermath', la sentida 'Bastards of Young', la reconfortante (y vieja conocida) 'Happy Ever After (Since You're In Love)', o ese dueto con el mismísimo Boss, 'Broken Radio', una colaboración de lo más acertada a tenor de la marcada impronta de Springsteen a lo largo de todo el disco (más que evidente en 'NY Nights'). Y bien, si al final D-Generation no regresan, podemos estar tranquilos; con Jesse Malin nos aguardan grandes sorpresas en el futuro.
Casi una década después, una compañera de trabajo de mi padre (a ella también le debo mi amor a Leonard Cohen) me prestó un doble cassette recopilatorio de la Creedence, y ya os podéis imaginar cual fue mi sorpresa al reencontrarme con 'Bad Moon Rising'. ¡Por fin le podía poner cara y ojos a aquel maravilloso riff! Pero mi sorpresa fue mayor al comprobar que aquél no era el único tema que ya conocía previamente: 'Who'll Stop the Rain' y 'Have You Ever Seen the Rain?' también eran propiedad de aquellos tipos. ¡Virgen Santa! Toda la vida escuchándolas aquí y allá, y sin saber quienes eran los artífices de todos aquellos temazos... Lo mejor es que, a base de escuchas, otras canciones empezaron a tomar una nueva dimensión dentro de mi cabeza. 'Sweet Hitch Hiker', 'Hey Tonight', 'Down on the Corner', 'Up Around the Bend', 'Proud Mary',... música celestial, amigos, de la que te sigue durante toda la vida. Y bien, la realidad es que, tras meterme de lleno en aquel doble recopilatorio, acabé haciendo lo contrario de lo que se suponía que debía hacer: profundizar en la música de los hermanos Fogerty. Pero no, los años que vinieron a continuación los llené de metal y otras delicatessen; y, aunque no me arrepiento, lo cierto es que no hubiese estado nada mal haber seguido mi trabajo de investigación.
Todo en este dvd es una delicia de principio a fin. El sobrio pero elegante escenario (con una pantalla como telón de fondo que va cambiando de color en cada canción), el repertorio, el sonido, la variedad de planos, la entrega de los músicos,... Son más de 90 minutos en los que Fogerty y alguno de los suyos -como el bajista con pinta de mosquetero que le cubre las espaldas- se vacían por completo en cada una de las 26 canciones que interpretan, rockeando duro y pateando culos con tesón, sin mostrar signos de agotamiento en ningún momento, manteniéndose frescos. Y lo consiguen ofreciendo rock'n'roll del más puro y simple, sin suciedades high-energy ni distorsiones metálicas; pero aún así, con más músculo que el 90% de las bandas que pululan por ahí. Y no estamos hablando precisamente de unos críos (ahí está, sin ir más lejos, el bueno de nuestro protagonista con su lifting, su pelo teñido y su dentadura postiza), pero lucen rebosantes de entusiasmo y pasión. La misma que se te contagia al verlos. Así que, ya sabes, si le has prestado tus dvd's de KISS a un colega, y quieres montar una buena fiesta en el salón de tu casa, éstas ante la mejor alternativa.
Y bien, si en el post anterior me atrevía a comparar a Jordi Vilches con Iggy Pop, en esta ocasión aparcaré las blasfemias para simplemente dejar constancia del parecido que existe entre estas dos imágenes. La primera es la portada del disco 'The Truth' (2006) de los metal-hardcoretas Bleeding Through, mientras que la segunda es el cartel promocional de un nuevo film de hombres-lobo, 'Skinwalkers' (2007), un bodrio más cuyo principal reclamo es la vuelta al uso de los animatronics y el maquillaje en las transformaciones en detrimento de la ya cansina tecnología digital. Ignoro si la persona que ha diseñado las dos fotografías es la misma (igual un fan de los Bleeding), pero el parecido es más que patente.
PD: cosa extraña, ésta es la segunda vez que hablo de La Iguana en menos de 2 semanas. Pero que sepais que en breve volverá a aparecer su jeta por aquí. El motivo: ya tengo en mi iPod lo nuevo de The Stooges. Veremos qué han grabado.