martes, 29 de julio de 2008

Reverend Horton Heat

Loco Gringos Like A Party

¡Qué bien sientan las vacaciones, Dios! Una semanita de relax lejos del ruido del vecino de arriba, de la elevada humedad relativa del litoral catalán, y de las mismas cuatro paredes. Pero, como todo lo bueno, se acabó. Vuelvo a tener a mano una conexión a internet para dar rienda suelta a mis historias. Y la que más de cerca me ha tocado ha sido perderme una de las giras más esperadas por un servidor, de ésas que te oxigenan para todo el verano. Y no, no me refiero a la protagonizada por el momia de Coverdale y sus secuaces, que a éstos ya los tengo vistos, sino a la que, de forma casi paralela, han llevado a cabo el Reverendo Jim Heath y su inseparable Jimbo por nuestro país (Barcelona el pasado 24 y Cazorla al día siguiente).

Para mi desgracia no estoy en posesión del don de la ubicuidad, por lo que me ha resultado imposible desdoblarme con el fin de estar presente a su paso por Barcelona. Una pena. Y es que lo mío con Reverend Horton Heat es de lo más esquivo. Cada vez que han aterrizado en España algo me ha impedido acudir a sus recitales. Sin embargo, a la vista de la sección 'tour dates' de su página web, mi pesar podría haber sido mayor. Y es que resulta que apenas un mes atrás, en su gira estadounidense, los Reverend formaban parte de un triple cartel más caliente que los sandwichs de Private: nada más y nada menos que ocupando plaza entre Nashville Pussy y Supersuckers. Para que luego digan que el Sueño Americano está muerto.

Hubiese sido muy grande presenciar en vivo y en directo su particular mezcolanza de country, rockabilly y psychobilly. Estos días he estado sumergido en su trilogía 'Spend A Night In The Box', 'Lucky 7' y 'Revival', y, como siempre, la sensación ha sido la de estar en el epicentro de una fiesta desenfrenada. Ahora que este año The Rev se ha descolgado con un disco en solitario es posible que tardemos en ver publicado un nuevo álbum de RHH. Mientrastanto, y hasta que llegue ese día, iré haciendo tiempo agitando las cocteleras. Cheers!

viernes, 18 de julio de 2008

Camisetas Viejas

Life After Death

"Es de piel de serpiente, y para mí es un símbolo de mi individualidad y de mi fe en la libertad personal" (Saylor Ripley en 'Corazón Salvaje')

Servidor jamás tuvo una chupa tan molona como la que lucía Nick Cage en el film de David Lynch (ni como Brando en 'Piel de serpiente', qué diablos), pero, a falta de una prenda similar, también acabé atribuyendo propiedades identificatorias a otra pieza de nuestra indumentaria habitual: la camiseta estampada.

Corría el año 1985 y mi primera t-shirt (rockera, se entiende) llevaba grabada la portada del single 'The Trooper' de Iron Maiden. No recuerdo cuántas veces la vestí, ni qué fue de ella exactamente; supongo que acabaría sufriendo el destino de todo viejo harapo: ser despedazado en aras de la limpieza doméstica. Y es que, mal que les pese a algunos románticos encallecidos, el ciclo de la vida de una camiseta termina así, con un manojo de trapos.

Es duro, lo sé, pero siempre llega el momento de dar el adiós definitivo. ¡Ya no puedes seguir guardando ese guiñapo en el armario! Imagina que un día la poli lleva a cabo un registro en tu domicilio. Madre mía, qué vergüenza, ni en los mercadillos ambulantes hay tanta purria. Y sí, soy consciente de los vínculos afectivos que te unen a esos pedazos de tela, que deshacerse de ellos resulta traumático, que su valor sentimental no se compra con dinero, que te devuelven recuerdos de juventud, pero piensa que, después de todo, tus camisetas seguirán -de alguna forma- estando ahí contigo mientras limpias de polvo, ácaros y pelusas el mobiliario de tu casa.
Para que sirva de ejemplo, ayer mismo procedí a realizarle la autopsia a un pingajo que estaba pidiendo la jubilación a gritos. Era, como veis más abajo, un modelo de Pantera, promocional para más señas, que no-sé-cómo me consiguió mi hermano al poco de salir a la luz su disco 'The Great Southern Trendkill'. Pues bien, ni corto ni perezoso me dispuse a documentar gráficamente su tránsito a la otra vida. ¿De qué manera? Pues en el modo censor-franquista: a tijeretazo limpio.

Con pulso firme, sin remordimientos, sin echar la vista atrás, como el asesino de un giallo, procedí a clavar las afiladas hojas en el paño. ¡Ris, ras! Listo. Creedme que lo más difícil fue sostener la cámara con una mano mientras con la otra asía las tijeras. ¡Adiós, señor pingo! ¡Hola, señor trapo!
Si, a pesar de lo visto, tú no te ves con el valor de realizar actos tan crueles y viles como éste, no te amedrentes. Afortunadamente , ahora está de moda el rollo vintage, así que llevar una camiseta descolorida y apolillada puede hacer de ti un individuo de lo más in. No era así una década atrás, os lo aseguro; por entonces los vecinos de tu rellano te hubiesen acribillado con la mirada, como a un vagabundo andrajoso. Son las ventajas de vivir en un mundo trash.

jueves, 17 de julio de 2008

Ross The Boss

¡Échate a un lado, Bruce!

No sé qué mosca le habrá picado al viejo Ross pero, tras una larga temporada inmerso en el punk rock, su vuelta al ruedo metálico me ha pillado completamente por sorpresa. Quien sabe, tal vez haya querido conmemorar el vigésimo aniversario de la edición de 'Kings Of Metal', su último disco junto a Joey DeMaio, Eric Adams y Scott Columbus. Da lo mismo, Ross is back! Y lo hace, además, orgulloso, colocando en portada un águila (¿el mismo del álbum 'Battle Hymns'?) y firmando con su nombre, que aparece bien grande. El título, 'New Metal Leader', tampoco se queda atrás, dejando muy claros cuales son los preceptos de su primera grabación en solitario: metal, metal y más metal. Y del bueno, debo decir. Ojalá sus ex-compañeros tomen nota, porque el nivel de las composiciones de este trabajo raya muy alto, a kilómetros por encima de lo que nos tienen acostumbrados Manowar desde hace ya demasiados años (lo último digno que registraron lleva el nombre de 'Louder Than Hell' y data ¡¡de 1996!!). Sin lugar a dudas, si para ‘New Metal Leader’ Ross se hubiese acompañado de Adams y DiMaio estaríamos hablando del lanzamiento de Metal del año; y es que, a excepción de unos pocos cortes, pocas diferencias encontramos respecto al material típicamente Manowar. Un sonido muy similar -sin la omnipresencia del bajo, claro está-, un tono entre lo épico y lo solemne, y unos textos cargados de bloods, gods, fights & kills. Esto sí es Viking Metal y no la mierda de hoy en día.

En octubre nuestro hombre -formando parte de The Dictators- estará girando por la Península. Sería grande que Manitoba y Shernoff le diesen la oportunidad a Ross de hacer doblete cada noche, tocando como banda suporter. Lo que daría por escuchar durante media hora 'I Got The Right', 'Constantines Sword' y algún que otro himno del Hombre de Guerra... y volver a verle ataviado con taparrabos, cómo no. Seguro que la mitad de los punk-rockers asistentes alzaba los brazos en cruz ante semejante demostración metálica.

Ahora que en el mundillo rockero sólo se habla del dichoso Springsteen, se agradece que Boss salga a la palestra de nuevo; porque, no te equivoques, por lo que a mí respecta, yo sólo reconozco a un jefe en todo este tinglado. Y lleva por nombre Ross, Ross the Boss.

martes, 15 de julio de 2008

Michael Kiske

El Salman Rushdie del Power Metal Germano

Cuando pienso en Michael Kiske (y juro que eso sólo ocurre cuando en mi iPod suena su última obra) no puedo evitar acordarme de todos aquellos directores y actores de cine americano (demasiados para nombrarlos aquí y ahora) que, valiéndose de una polivalencia inusual para creadores de otras áreas artísticas, alternan con total libertad proyectos puramente alimenticios con obras de carácter más personal. Y lo hacen, además, sin que público ni (parte de la) crítica les reproche nunca nada al respecto. Un privilegio impensable cuando hablamos de música Rock, y más concretamente de Heavy Metal, género en el que proliferan auténticos defensores de la fe dispuestos a alzarse en armas ante cualquier atisbo de impureza.

Alguien que ha sido (y sigue siendo) víctima de este espíritu intransigente es, precisamente, el protagonista de hoy (para los despistados, el ex-vocalista de Helloween en sus años de gloria), quien, debido a sus incursiones musicales en estilos ajenos al Metal y a la denuncia de las restricciones que ese mismo estilo le impone, ha pagado con la incomprensión y el ostracismo en el mejor de los casos, cuando no con el rechazo y el insulto por parte de sus antiguos fans. Sin embargo, y pese a esta persecución, Kiske sigue cultivando a día de hoy su amor por el Metal a través de colaboraciones (Revolution Renaissance, Avantasia) y aventuras paralelas (Place Vendome); maniobras, por otro lado, que, a ojos de sus detractores más incrédulos, tienen poco de veraz y mucho de interés monetario, devaluándose en simples artimañas cuya finalidad es retener a los pocos fans que todavía le apoyan.

Sea como sea, en el presente 2008 Michael Kiske firma un disco, 'Past In Different Ways', para el que, además de incluir una pieza inédita, ha regrabado en clave acústica una decena de temas de sus tiempos con Helloween, y, qué queréis que os diga, suenan de maravilla. Algunos ('Your Turn', 'Longing', 'In The Night'), la verdad, apenas muestran cambios significativos si los comparamos con sus versiones originarias, pero en cambio otros ('We Got The Right', 'I Believe', 'Kids Of The Century', 'Going Home') han experimentado un giro tan drástico que, a veinte años de su concepción, han recuperado toda la frescura que los hiciera célebres.

Sé que puedo sonar como el abogado del diablo, pero decirles a todos esos metal-heads que se la tienen jurada y a todos aquellos que todavía le consideran un don nadie, que presten atención al disco y juzguen por ellos mismos. Y si vuestros prejuicios no os dejan disfrutar la experiencia, cerrad los ojos, haced el esfuerzo de imaginar que detrás de esa voz y esas canciones no está Michael Kiske, y descubrid diez (más una) canciones de muy alto nivel.

jueves, 10 de julio de 2008

Atticus Clothing Vs Death Records

Hace unos días, atraído por su reportaje central, me hice con la revista Rockzone, la publicación hermana de Rock Hard. Cual fue mi sorpresa al pasar la página correspondiente a la portada y encontrarme un anuncio con la imagen del cantante de Sick Of It All. El anunciante: Atticus Clothing. Su imagen de marca: la que veis aquí abajo.

Nada especial, diréis. Pues no. Coincide que uno de mis films fetiche es 'El Fantasma Del Paraíso' (1974), una peculiar adaptación de la novela 'Fausto' a cargo de Brian DePalma quien, ni corto ni perezoso, trasladó la acción a los escenarios y camerinos del mundo del Glam Rock. Pues bien, resulta que en tan magna cinta se hace mención a un sello discográfico (lógicamente ficticio), cuyo logo no es otro que el de un gorrión patas arriba.

Como se puede comprobar el concepto es exactamente el mismo, con la única salvedad que el pájaro de Atticus, tieso como un palo, da la impresión de estar todavía más muerto a tenor de la extrema rigidez que presenta. Menudencias al margen, no hay duda que, en el momento de escoger la imagen de su línea de ropa, los directivos de Atticus no andaban muy sobrados de inspiración. Eso, o 'El Fantasma Del Paraíso' también se encuentra entre sus películas de cabecera y se rindieron al homenaje...

domingo, 6 de julio de 2008

Ryder Robinson

De Casta Le Viene Al Galgo (U Otro Post De Frivolidades Veraniegas)

¿Que quién es este tal Ryder, te preguntarás? Pues no es otro que el fruto del amor entre Chris Robinson, el vocalista de los Black Crowes, y Kate Hudson, la protagonista de 'Almost Famous'; un matrimonio que, como sabrán los/las más chismosos/as del lugar, se disolvió hace ya un tiempo por desavenencias conyugales, o, lo que es lo mismo, por la clásica incompatibilidad sexual entre marido y mujer (al parecer la pizpireta actriz alegó como motivo de divorcio el hecho de que su rockero esposo es un obseso del sexo que la requería día sí día también para ciertas labores maritales, ésas que se llevan a cabo normalmente en postura horizontal).

Pues bien, el pequeño Ryder, que actualmente cuenta cuatro años, no se ha convertido en noticia precisamente por intentar perpetuar la labor artística de sus progenitores, sino por seguir a tan tierna edad los pasos de su padre en cuanto a materia carnal. Y es que, al parecer, el precoz renacuajo, que apenas levanta dos palmos del suelo, lleva hasta sus últimas consecuencias la célebre frase 'culo veo, culo quiero'. Por lo visto, o así nos lo cuenta una revista nacional dedicada a la cinematografía (y a ese otro arte, el del chismorreo inverosímil e inaudito), al nieto de Kurt Russell y Goldie Hawn le tiran más dos tetas que dos carretas. Y no exclusivamente las de su madre, las cuales ya tiene demasiado vistas (y succionadas). Según nos relatan, sus tácticas de maniobra son 100% depredadoras: cada vez que una bella señorita se le planta delante, primero adopta una actitud inofensiva para, acto seguido, abalanzarse contra ella como un resorte, procediendo a tocamientos tales como el asalto al escote y el levantamiento de camiseta y falda. Genio y figura, el tal Ryder, jaja.

Para añadir más leña al fuego, y a la vista de las tendencias libidinosas del retoño, resulta curioso constatar la idoneidad del nombre con el que fue inscrito en el Registro Civil (¿lo bautizarían también, como a buen cristiano?). Ryder. Le viene como anillo al dedo. Fonéticamente casi, casi como rider, o lo que en nuestro castellano se traduce como jinete, motorista, o, poniéndonos guarretes, trotón, es decir, aquél que gusta de trotar. Más acertado, imposible, ¿no os parece?

Ahora sólo nos queda esperar a que en algún instante de los próximos 20 años se le hinche la vena artística, decidiéndose a probar fortuna en el cine, y perpetrando descafeinadas comedias románticas como su madre, o, por el contrario, recale en el cruce de caminos que hizo famoso a Robert Johnson y se convierta en otro icono del Rock'n'Roll a imagen y semejanza de su padre, grabando perlas de la música como el viejo Chris hiciera (y sigue haciendo, no se me mosqueen, que 'Warpaint' no está mal, pero conserva bien poco de los Cuervos de los inicios). Bien, sólo el tiempo nos dará la respuesta. Mientras tanto, y hasta que ese hipotético momento llegue, ya podemos ir aplicándole al enano aquello de 'de tal palo, tal astilla'.

viernes, 4 de julio de 2008

Hard Rock Park

Afortunadamente, el verano no sólo trae consigo el dichoso calor, sino que para el grueso de los ciudadanos del Primer Mundo lleva implícita la llegada de las vacaciones, ese período de desconexión que, dependiendo de las circunstancias y presupuesto de cada uno, puede acabar en desdicha (unas semanas en el apartamento de tus suegros, por ejemplo) o en pura fantasía (¿hace un coast to coast?). A servidor este año no le quedan más cojones que pasar julio y agosto en su casa, pero si tú dispones de la oportunidad de poner pies en polvorosa, y además del Rock te chiflan los parques de atracciones, una buena elección sería cruzar el Atlántico para pasar unos días en el Hard Rock Park, el primer parque temático del planeta dedicado al Rock'n'Roll.

Este complejo de ocio ubicado en Myrtle Beach, una localidad de Carolina del Sur (USA), se inauguró hace escasamente un mes, el pasado 2 de junio siendo exactos, y para tan magno acontecimiento se contó con la actuación estelar de los Eagles (y no me refiero a los del Death Metal...). Bien, no está del todo mal si lo comparamos con lo que suele acontecer por aquí (ya sabéis, triunfitos, folklóricas y demás pendejadas), aunque algo un poco menos familiar también hubiese sido bien recibido. Se me ocurre Led Zep... una elección para nada disparatada a tenor de la existencia de la atracción-estrella del parque, 'Led Zeppelin - The Ride', una montaña rusa que no pasará a la historia por ser la más rápida, larga o alta, sino por que, aparte de su peculiar nombre, cuenta como fondo sonoro con su propio himno rockero: 'Whole Lotta Love'. Al parecer, a la hora de decidir qué canción inspiraría -y acompañaría- la fugaz travesía en vagoneta, los artífices del parque (los propietarios de la cadena Hard Rock Cafe) contactaron con Robert Plant y Jimy Page para consultarles al respecto. Ambos accedieron, a lo cual, y según se ha escrito en algunas revistas del medio, Plant sugirió en primer término 'Stairway To Heaven', propuesta que el guirarrista de cabellera plateada rebatió con el siguiente argumento: 'ese es un tema demasiado serio para la gente. Hay quien la utiliza incluso en funerales'. Bien, no es éste el momento ni el lugar para discutir la conveniencia de esa última voluntad (yo preferiría decir adiós con 'Highway To Hell'), pero qué duda cabe que 'Whole Lotta Love' me parece mucho más acorde para musicar un trayecto a 60 millas por hora que el enigmático tema del álbum sin título.

Hard Rock Park, al igual que Disneylandia, Port Aventura o el Parque Warner, se divide en varios entornos; en este caso cinco: Rock'n'Roll Heaven, British Invasion, Lost in the 70's, Born in the USA y Cool Country, los cuales suman un total de 50 atracciones.

Si el bolsillo te lo permite no lo pienses más y date el capricho. Aunque de las colas interminables y los críos tocapelotas no te salva ni Cristo.


Nota: a bien de facilitarte el trayecto, las aerolíneas US Airways y Continental disponen de vuelos que conectan España con Carolina del Sur.

jueves, 3 de julio de 2008

Tyrannosaurus Rex

Leyendo la siempre interesante web Uruloki, me hago eco -sorprendentemente- del nuevo proyecto cinematográfico de Rob Zombie; y lo hago con la sorpresa en el cuerpo porque, a raíz de la reciente entrevista publicada en la revista Rock Hard, el vocalista y compositor metido a cineasta comentaba que sus próximos pasos irían encaminados al terreno de la música. Qué le vamos a hacer... tendremos que esperar unos años más hasta ver publicada la continuación de 'Educated Horses'.

Bien, a lo que nos interesa, el próximo film en llevar la firma de Zombie (sin contar la ya finalizada 'The Haunted World Of El Super Beasto', una cinta de animación psicotrónica pendiente de distribución) será una serie B titulada 'Tyrannosaurus Rex', con fecha de estreno aún indeterminada, pero prevista para no más allá de 2009.

Del proyecto tan sólo ha trascendido el título, su chulesco eslógan (con homenaje a 'Robocop' incluido) y su no menos impactante cartel. Nada se sabe de los equipos técnicos y artísticos que se vincularán a su realización, ni mucho menos su argumento; aunque, echando un ojo a la carátula, no hay que ser un genio para deducir que la cosa irá de un dinosaurio (¿atómico?) y un multirracial grupo de humanos empeñados en pararle los pies al bicho. Bueno, patas, mejor dicho.

La estética que destilan tanto el atrezzo (ese camión...) como las tres figuras (con pantalones de campana ellos, y pintas de putón verbenero ella) hacen pensar que posiblemente, y tal y como le gusta a su director, la peli esté ambientada en la década de los 70. ¿Se incluirá en la banda sonora algo de Marc Bolan? Es de esperar que así sea.