¡Échate a un lado, Bruce!
No sé qué mosca le habrá picado al viejo Ross pero, tras una larga temporada inmerso en el punk rock, su vuelta al ruedo metálico me ha pillado completamente por sorpresa. Quien sabe, tal vez haya querido conmemorar el vigésimo aniversario de la edición de 'Kings Of Metal', su último disco junto a Joey DeMaio, Eric Adams y Scott Columbus. Da lo mismo, Ross is back! Y lo hace, además, orgulloso, colocando en portada un águila (¿el mismo del álbum 'Battle Hymns'?) y firmando con su nombre, que aparece bien grande. El título, 'New Metal Leader', tampoco se queda atrás, dejando muy claros cuales son los preceptos de su primera grabación en solitario: metal, metal y más metal. Y del bueno, debo decir. Ojalá sus ex-compañeros tomen nota, porque el nivel de las composiciones de este trabajo raya muy alto, a kilómetros por encima de lo que nos tienen acostumbrados Manowar desde hace ya demasiados años (lo último digno que registraron lleva el nombre de 'Louder Than Hell' y data ¡¡de 1996!!). Sin lugar a dudas, si para ‘New Metal Leader’ Ross se hubiese acompañado de Adams y DiMaio estaríamos hablando del lanzamiento de Metal del año; y es que, a excepción de unos pocos cortes, pocas diferencias encontramos respecto al material típicamente Manowar. Un sonido muy similar -sin la omnipresencia del bajo, claro está-, un tono entre lo épico y lo solemne, y unos textos cargados de bloods, gods, fights & kills. Esto sí es Viking Metal y no la mierda de hoy en día.
En octubre nuestro hombre -formando parte de The Dictators- estará girando por la Península. Sería grande que Manitoba y Shernoff le diesen la oportunidad a Ross de hacer doblete cada noche, tocando como banda suporter. Lo que daría por escuchar durante media hora 'I Got The Right', 'Constantines Sword' y algún que otro himno del Hombre de Guerra... y volver a verle ataviado con taparrabos, cómo no. Seguro que la mitad de los punk-rockers asistentes alzaba los brazos en cruz ante semejante demostración metálica.
Ahora que en el mundillo rockero sólo se habla del dichoso Springsteen, se agradece que Boss salga a la palestra de nuevo; porque, no te equivoques, por lo que a mí respecta, yo sólo reconozco a un jefe en todo este tinglado. Y lleva por nombre Ross, Ross the Boss.