jueves, 20 de marzo de 2008

Danko Jones

Men In Black

Habituado a esquivar los bulos que las compañías discográficas intentan colarnos en sus campañas de promoción, me ha sorprendido gratamente que el cambio estilístico que anunciara meses atrás Bad Taste Records, el sello de Danko Jones, haya resultado en esta ocasión de lo más fidedigno. Y para demostrarnos que son gente seria han respaldado -por tiempo limitado- su advertencia permitiendo a los potenciales compradores escuchar enterito, de cabo a rabo, el nuevo disco de sus protegidos en un reproductor myspace); una iniciativa que les honra y que, a mi parecer, desde ayer debiera ser moneda corriente en ésta, la era del mp3, con tal de frenar la piratería (nota irónica: sabiendo de antemano lo malo que es tal o cual disco, la de descargas inútiles que se evitarían...).

Mucho se ha podido leer acerca del cacareado cambio de rumbo del trío canadiense (que no ha sido tan acentuado, que sí lo ha sido, que la fórmula ya se había agotado, que era necesario un golpe de timón, etc...); y personalmente me sumo a quienes consideran ´Never Too Loud´como una vuelta de tuerca, no digo que poco natural, pero sí arriesgada. Es más, admito que en una primera escucha les di por perdidos. De no ser por que el disco lleva la firma del canadiense os prometo que habría pasado de darle una segunda oportunidad. Pero, ¿quien dice imparcialiadad cuando se habla de Danko Jones? Yo no puedo; estos bad ass son una de mis debilidades. ¿Tengo que llamar por eso a un abogado que me defienda?

También admito que, a raíz de su colaboración en el último disco de Annihilator -interpretando uno de sus mejores temas-, pensé que se avecinaba un endurecimiento de su sonido. Me equivoqué; y eso que ´Code of the Road´, la pieza que sirvió de adelanto, no hacía presagiar el giro que iba a experimentar su música. Pero así ha sido; DJ ha diversificado al máximo sus postulados (siempre dentro de unos parámetros rockeros, que nadie se alarme), lo cual ha repercutivo en un sacrificio de la agresividad en pos de la melodía. Eso sí, sin llegar a las tesituras de 'If I Were You' (una oscura y olvidada balada incluida en uno de sus primeros e ilocalizables EP's), pero lejos también de su material más dañino. Y sería injusto responsabilizar de este viraje al productor Nick Raskulinecz; por mucho que este hombre se haya sentado tras los controles en discos tan comerciales como los de Foo Fighters o Stone Sour, su trabajo en la última obra de los thrashers Death Angel -contundente, fiero y metálico hasta la médula- le deja libre de cualquier sospecha. Está claro, pues, que esta orientación más melódica -que no melosa- es decisión exclusiva de la banda. Algo en absoluto reprochable, todo sea dicho. Sólo hay que prestar atención a cortes como ´City Streets´, la pseudo-country ´Take Me Home´, 'Let's Get Undressed' (en el que la línea vocal me trae a la mente a ¡¡los Bee Gees!!) o el guiño a Phil Lynnot que realiza en ´Ravenous´ para valorar como se debe este valiente paso.

En cuanto al supuesto estancamiento creativo de la banda... ahí, en cambio, no estoy de acuerdo. Qué queréis que os diga, de no haber seguido este camino, servidor hubiese recibido con los brazos abiertos otro disco de las características de ´Born A Lion´ o ´Sleep Is The Enemy´. ¿Repetición de esquemas? No nos engañemos. Quien más quien menos, a la que se asegura unas ventas, no abandona ese esquema hasta quemar todas sus naves.

Para finalizar, no me aventuraré a decir que estamos ante el mejor trabajo de su discografía (no lo es), pero ha sido suficiente para hacerme pasar por caja a rascarme el bolsillo (esa edición limitada con dos bonus tracks es una golosina irresistible). Aunque, para ser justos, añadiré que al disco le vaticino una vida más corta que a sus predecesores; más que nada -y aquí volvemos a entrar en lo personal- prefiero su material más duro, algo que en este ´Never Too Loud´ se echa de menos en algunos momentos.

Ahora, la principal duda que me atenaza será comprobar cómo traslada al directo todos estos temas sin que el show pierda su fuerza habitual. No es que desconfíe de sus habilidades como cantante (bastante limitadas, a decir verdad), pero dudo que ponga demasiado émfasis en los cortes más melódicos. Tal como aseguraban en el título de uno de sus álbumes: les gusta sudar sangre.




jueves, 13 de marzo de 2008

Publicaciones Gratuitas

La Opción Inteligente

Los tiempos en los que frecuentaba con asiduidad la calle Tallers y aledaños (auténtico centro neurálgico en Barcelona en cuanto a la venta de música) quedan muy atrás. Actualmente, a decir verdad, apenas si me acerco a esa zona una vez cada uno o dos meses, pero ello no es óbice para advertir que, de la explosión fanzinera que tuvo lugar en la década de los 90, ya no queda ni el eco de su onda expansiva. Recuerdo que en los sábados de aquellos entonces, además de la obligada compra de cd's, me agenciaba uno, dos o más panfletos que se distribuían gratuitamente en tiendas de discos, ropa o cómics. Por fortuna para los jerifaltes de las revistas musicales 'serias' (quienes -ignoro hasta qué punto- vieron amenazado su negocio), aquel fenómeno tan floreciente se fue diluyendo -vete tú a saber por qué- hasta desaparecer, dejando huérfanos -sobretodo a los chavales con menor poder adquisitivo- de su ración mensual de papel y tinta. A día de hoy, de los pocos rotativos que soportan el paso del tiempo todavía contamos con la impersonal y 'moderna' (en el peor sentido del término) Mondo Sonoro; pero ni de ella ni de las otras hablaremos aquí. En las siguientes líneas me ocuparé de darle un baño de memoria (y nostalgia, por qué no) a una serie de publicaciones que, durante una época -una época en la que internet estaba en ciernes, y eran pocos los que contaban con fácil acceso-, no sólo entretuvieron, informaron y aleccionaron, sino que dejaron tras de sí un más que agradable poso. Porque, ¡anda que no molaba pillar por la cara toda aquella prensa!


ARISE

Con el indicativo subtítulo 'Heavy Metal Magazine', Arise, más que una revista al uso, es un catálogo de venta por correo; pero, gracias a que una parte de sus páginas está dedicada a reportajes y críticas de discos, bien merece un hueco en esta lista. Con reservas, eso sí, dado que Arise no es una publicación al alcance del público en general, si no exclusivamente a socios. Lo gracioso es que, pese a que un servidor no entra en dicha categoría (jamás les he comprado nada), la sigo recibiendo puntualmente en casa cada dos meses.

Por fortuna, y pese a su carácter comercial, Arise está muy lejos, conceptualmente, del catálogo que la distribuidora Mastertrax puso en circulación hace años, gracias a lo cual la imparcialidad no está sujeta -o eso creo- a intereses mercantiles de una u otra compañía discográfica. No era así en el panfleto de Mastertrax, en el cual todos y cada uno de los discos que allí se mentaban eran (jaja) absolutas masterpieces, las obras cumbres de sus creadores.

A punto de ver la luz el número 50, en Arise los contenidos promocionales han ido poco a poco ganando terreno en las habituales 52 páginas (o las excepcionales 68); así, el espacio reservado a entrevistas y reseñas ha pasado de representar, de las iniciales cuatro quintas partes de la revista, a un escueto tercio, o cuarto en el peor de los casos.

Siendo franco, Arise no se cuenta entre mis lecturas preferidas; pero, a pesar de que la mayoría de los grupos entrevistados no suelen despertar mi interés, por no hablar de las bandas que suelen copar su portada (a tenor de las ocasiones que han repetido, sus predilectas son 'mis queridas' Rage, Hammerfall, Edguy y Sonata Arctica), una vez he agotado los contenidos del Popu y la Rock Hard, la publicación con sede en Bilbao me hace grata compañía cuando acudo a mi cita con el Señor Roca.

Sin ánimo de parecer cruel, en su defensa diré que el nivel de redacción es medio-alto y que los cuestionarios están trabajados. Y eso es lo que cuenta.


DDT

Rotativo sin grapa y en glorioso blanco y negro, el único punto negativo de este periódico mensual valenciano era la calidad de su papel, barato y propenso a dejar manchas de tinta en las yemas de los dedos. Por lo demás, sus 28 páginas siempre venían cargadas de entrevistas a potentes combos de hardcore (patrio e internacional), punk-rock (incluso le dedicaron portada al atómico 'Evil Powers Of Rock'n'Roll' de Supersuckers), y, cómo no, metal en todas sus vertientes; amén de las socorridas secciones de noticias, conciertos y discos.

Ignoro cuanto tiempo estuvieron en activo, pero bien seguro que merecieron más suerte. A mis manos tan sólo llegaron tres números, el 11 (correspondiente a febrero de 2000), el 13 y el 24, pero fueron suficientes para convencerme que entre los miembros de su staff reinaba el buen gusto. Sin ir más lejos, en su particular Pop Polls de 1999 entronizaban como a sus favoritos a Chris Cornell, Buckcherry, Unida y Mike Ness, lo cual no deja margen de duda a la hora de adivinar dónde estaba su corazón.

Pero a pesar de contar con credenciales tan sólidas como ésa, en ocasiones se tomaban la libertad para cometer salidas de tono tan disparatadas y memorables como la que tuvo lugar un mes que vio nacer obras tan potentes como 'Stiff Upper Lip' de AC/DC o 'Ad Astra' de Spiritual Beggars, en el que, sin embargo, ellos encasquetaron como Disco del Mes a los insoportables Incubus y su 'Make Yourself'... Sin palabras.

Tampoco se me olvidará jamás el día que, de barbacoa campestre con los amigos de una exnovia, un cretino de la pandilla me pidió el ejemplar que un servidor andaba leyendo en aquel instante (el de la portada de Supersuckers, para más señas), no para leerlo, que hubiese sido lo más lógico (el idiota se autoproclamaba 'rockero'), sino para avivar el fuego. Por supuesto, todo lo que obtuvo por respuesta fue una rotunda y contundente negativa que me hubiese gustado acompañar de un '¿De qué vas, mequetrefe? ¿Quieres joderme el DDT? ¿A mí?', pero los modales me pudieron en aquel momento. Eso sí, aún hoy cada vez que recuerdo la situación se me calienta la sangre...


LA OREJA METÁLIKA

Esto ya son palabras mayores, señores. La Oreja Metálika. Olvidaos de Heavy Rocks, Metal Hammers, Kerrangs y demás abortos; La Oreja Metálika era el espejo en el que debía (y todavía debe) mirarse cualquier magazine metalero que se precie de serlo. Y es que, mientras los anteriores títulos aquí reseñados funcionaban como complemento a la oferta de kiosko tradicional, LOM fue, a mi parecer, la única publicación gratuita que pudo suponer una seria competencia a las revistas de pago (si no te lo crees, descárgate un ejemplar aquí).

Con una orientación 100% metálica, la cabecera valenciana contaba con una plantilla de colaboradores de excepción, auténticos coneiseurs entregados en cuerpo y alma al Hard y al Heavy. Entre los redactores rescato nombres conocidos como David Marco (en la actualidad dando lecciones de vocabulario con sus editoriales en Rock Hard -por favor, ¡que alguien pare a este hombre!-), Carlos Destroyer, Iván Labarta (ex-mano derecha de Enrique Tur en los primeros días del webzine RockTrip), el propio señor Tur, y un viejo conocido de Popular 1, Don Luis Lecumberry. Como veis, un nivel asombroso.

Y no menos sorprendente resulta la lista de entrevistas a escuderos y primeras espadas (de Demons & Wizards, John Sykes, Stratovarius y Paul Gilbert, a Armored Saint, DIO, Cradle Of Filth y Helloween, pasando por Anthrax, Queensrÿche, Glenn Hughes, Nevermore...), o las más de ¡¡30 páginas!! repletas de reseñas de discos. Un auténtico desafío para quienes padecen de consumismo patológico.

Para mi desgracia, en mi poder tan sólo tengo 3 números; el primero de los cuales data de marzo-abril de 2000, y el último, de julio-agosto de 2003. Y en medio, un vacío tan amplio que incluso les permitió iniciar una segunda etapa, con cambio de tamaño y maquetación incluidos y la incorporación del color. De esta forma, se condensaron las 96 grises cuartillas de antaño en 68 coloridas páginas, manteniendo, eso sí, la densidad de contenidos. Pero no sólo el formato se vio alterado; también se incluyeron nuevas secciones, como la dedicada a la reseña de dvd's (el progreso manda), o la muy interesante 'ABC Metal Hispano', en la que, a través de amplias y detalladas retrospectivas, se repasaban los grandes logros -y los grandes fracasos también- de bandas nacionales tan entrañables como Bella Bestia, y tan tremendas -en sus dos contrapuestas acepciones- como Goliath y Júpiter.

Resumiendo: un fanzine de altos vuelos.


ROCKS

Hermanada en cuanto a amplitud de miras con Mondo Sonoro, precisamente por ese hecho Rocks jamás se tuvo entre mis preferidas. Y si bien el eclecticismo en ambas publicaciones andaba parejo, afortunadamente Rocks carecía de esa carga tan pedante de la que solían/suelen hacer gala la mayoría de redactores del MS, la más de las veces auténticos literatos frustrados que llenan páginas y páginas de verborrea vacía y automasturbatoria. En Rocks, en cambio, iban directos y al grano, con un lenguaje más llano y sin tanta filigrana literaria de por medio.

Para mi desgracia, merced a la indefinición estilística que tomaban por bandera, en algunos números prácticamente había que buscar con lupa para dar con alguna entrevista o reportaje decente, sepultado ante una montaña de pop, hip hop y demás (malas) hierbas. Sin embargo, a falta de unos contenidos más acordes con el nombre de la cabecera, donde nunca fallaban era en la sección de reseñas de discos. Allí siempre había cuatro o cinco títulos por los que bien valía la pena invertir unos pocos minutos en su lectura para posteriormente pasar por caja para agenciárselos. Otro aspecto que tampoco se les podía reprochar era su acertado juicio a la hora de seleccionar el disco del mes. A pesar de que en la mitad de ocasiones mis gustos personales no coincidían con su criterio, algunas de las obras que encabezaron el podium fueron 'American Psycho' de Misfits, 'Aenima' de Tool, 'The Beauty Process' de L7, 'Yield' de Pearl Jam, 'Ridin' The Tiger' de Gluecifer, 'Payin' The Dues' de The Hellacopters, 'By Your Side' de The Black Crowes,...

Menos atinados, en cambio, se mostraron con los artistas que coparon sus portadas. No hay que olvidar que Rocks vio la luz bien entrados los 90 -concretamente en 1997-, una etapa que pasará a los anales por haber sido testigo del auge de fenómenos paranormales en el terreno musical (y prefiero no dar nombres) a los que no tardaría en llegarles su merecida caida. Por esta razón, no resulta extraño que, de los más de veinte números que guardo en mi haber, tan sólo en una cuarta parte sus cubiertas estaban presididas por bandas que perdurarán por siempre jamás (Aerosmith, Slayer, The Black Crowes, Pearl Jam, Bruce Springsteen).


ZOMBI

Sin ser la mejor de las publicaciones aquí reseñadas, no puedo ocultar que es a la que más cariño le tengo. Supongo, quién sabe, que debido a que en su día la viví más a fondo que a las demás... Sea por el motivo que fuere, y a diferencia de Rocks, a Zombi no le podías achacar ni tics ni carencias. Bueno, siempre que comulgases con su línea editorial, claro. Una línea, para qué negarlo, muy influenciada por Popular 1 tanto en el aspecto lúdico (con reportajes dedicados a los cómics Marvel, el friki-circus de Jim Rose, o el Universo de Star Wars) como en su afán por dar a conocer a los alternative kids todo un mundo de color y fantasía (ahí estaba la sección Rincón Clásico, por donde desfilaron clásicos de décadas pretéritas como Lynyrd Skynyrd, Van Halen, UFO, Otis Redding, Cheap Trick, e incluso los primeros rockers de los 50).

Es más, por si cabía alguna duda, el paralelismo con el Popu quedó de manifiesto sobretodo en dos ocasiones: el especial dedicado a las bandas hard-rockeras de los 80 (un número que puedes descargarte, junto a un par más, aquí), y la lista de favoritos de 1996, en la que el grueso de escribanos se declaraba fan de Marilyn Manson, Afghan Whigs, Social Distortion, Screaming Trees, Soundgarden, ... Con alguna que otra disidencia, eso sí; como la elección del insufrible Tricky, un desliz imputable a la facción alternativa/indie/snob del staff, totalmente rendida a formaciones de lo más deleznables (y en este punto vuelvo a acogerme al voto de silencio -buff-).
Al margen y por encima de estos agitadores, encontrábamos como jefe de redacción a Andrés Martínez, quien para esta aventura se hacía acompañar de algún que otro colaborador de Popular 1 (caso del desaparecido en combate Daniel Renna), gente que todavía sigue al pie del cañón junto a Andrés en Rock Hard (como Josep Fleitas, Xavier Iriarte, e incluso Richard Royuela), y varios nombres –al menos por mí- desconocidos (el más llamativo, un sujeto apodado Las Bragas del Capitán América).

Entre sus mayores logros cabe destacar su labor de entrevistadores, auténticos preguntones que pusieron contra las cuerdas a Anthrax, Sepultura, Terrorvision, Alanis Morissette, Rancid, Fear Factory, Marilyn Manson, Def Leppard, Korn, Corrosion Of Conformity, Social Distortion, Body Count, Judas Priest, Motörhead, The Cramps, Green Day... ¡La lista tira de espaldas! Y lo mejor es que no siempre se ceñían a las dos páginas de rigor, sino que en ocasiones se prolongaban hasta las 4 e incluso las 6 caras (caso de Biohazard y Misfits, respectivamente).

Definitivamente, encomiable.


Y como colofón final, elogiar a todos aquellos que se implicaron en poner en marcha todas estas iniciativas. A todos ellos, gracias.

viernes, 7 de marzo de 2008

Down

¿Me lo parece sólo a mí o la composición de la portada del número 16 de la revista Rock Hard es un claro homenaje a la cartelera de 'Scarface'? Sea como sea, esa cubierta presidida por Phil Anselmo se cuenta desde ya como una de las mejores de la cabecera. Y conste que lo digo por sus valores estéticos; no me considero ni de lejos un fan de Down... Los respeto, cómo no, pero ni mucho menos practican el tipo de música que me apetece escuchar a diario.

Sin embargo, este alejamiento mío de sus coordenadas no implica que, una vez embarcado en las travesías sónicas que nos proponen disco a disco, no disfrute plenamente del viaje. El único pero -si es que puedo calificar de esta forma a algo tan, y que nadie se moleste, insignificante- es que la frecuencia de mis apetitos en cuanto a música oscura es realmente baja, por lo que rara vez decido zarpar en su nave. Tal y como me sucede con Clutch, High On Fire y tantas otras, Down es una de esas bandas que es bueno saber que siguen ahí y se tienen a mano, para esos momentos puntuales en los que el cuerpo pide desconectar de melodías accesibles y hacerte recordar dónde y con quien empezó todo (Zeppelin, Sabbath...).

Precisamente, uno de esos momentos puntuales tuvo lugar hace un par de días. Tras una escucha matutina de su anterior disco, 'II: A Bustle In Your Hedgerow...' (por cierto, discrepo abiertamente con la opinión que tiene de él el propio Anselmo, quien asegura que, de reeditarse, ¡le serían eliminadas unas cuantas canciones!), le volví a dar una oportunidad a 'III: Over The Under', con el que, finalmente, y tras un dilatado tira y afloja, he fumado la pipa de la paz, nos hemos estrechado las manos, y tan amigos. ¡Hasta tres escuchas consecutivas le di!



Pronto nos visitarán (24 de abril en Barcelona, 25 en Madrid), así que, si el bolsillo lo permite, me haré con un ticket. Antes, eso sí, tendré que prepararme emocionalmente para esa noche. A fin de cuentas, y dicho lo dicho, será uno de esos conciertos que exigen de determinado estado mental. Espero que los planetas se alineen a mi favor.

AC/DC

¿De qué sirven los lazos sanguíneos sino para echar un cable en tiempos de penuria económica? Y es que, si bien mi situación no es tan grave como para requerir de transferencias bancarias, sí está dañada hasta el extremo de requerir el préstamo de algunos enseres de primera necesidad -como ciertas cajas de dvds cuyas campañas de promoción nos han estado bombardeando semana sí, semana también-. Finalmente ha tenido que ser mi hermano, cual caballería, quien ha acudido a mi rescate en el último minuto con uno de esos dichosos packs: el 'Plug Me In' de AC/DC. ¡Ay, bendita familia!

Seguro que muchos de vosotros ya contais con esta triple joya en vuestra colección particular, pero no está de más (¿verdad?) que me detenga un momento a ensalzar un lanzamiento de semejante envergadura. Un lanzamiento que -estaréis de acuerdo conmigo- supera en todos los aspectos al anterior 'Family Jewels', otro de esos items que no pueden faltar en los estantes de cualquier entusiasta de los hermanos Young.

Un total de 7 horas de filmaciones, a las que añado un 'todo lo que hayas leido o escuchado al respecto es 100% cierto y se queda corto'. Y juro que no exagero. Esto es canela en rama, vaya, auténtico caviar. Aunque, puesto a destacar, a mi gusto lo mejor corresponde al primer disco por entero (sé que puede sonar snob, pero soy del parecer que las tres décadas con Brian Johnson palidecen ante el lustro en el que reinó Bon Scott), y todos aquellos fragmentos relativos al infravaloradísimo 'Flick Of The Switch' (1983) que se hallan repartidos en los dos restantes discos (supongo que porque ésa fue mi primera adquisición de los australianos). Ojalá AC/DC siguiese la política de lanzamientos de KISS: otra caja estaría al caer.

lunes, 3 de marzo de 2008

Machine Head

Pese al cúmulo de irregularidades que campaba en la lista de favoritos del 2007 de la revista Rock Hard (de la que di buena cuenta hace unos días), con 'The Blackening' de Machine Head es evidente que no hubo trampa ni cartón. La victoria fue aplastante. De los 30 redactores, casi un tercio lo escogieron entre sus cinco mejores discos del año, ocupando, además, las primeras posiciones de sus preferencias. Un triunfo doblemente merecido, no sólo por la calidad intrínseca de la obra, sino también por el ostracismo que padeció su anterior trabajo, el igualmente inconmensurable 'Through The Ashes Of Empire' (2004).

Y bien, para sumarme a la celebración, y a la espera de su próxima visita a España (apuntad: 31 de mayo en el Electric Festival que tendrá lugar en Getafe), anoche fui testigo -en diferido, eso sí- del vendaval que levantan en vivo Robb Flynn y los suyos en su actual gira.



El directo seleccionado fue el que tuvo lugar el pasado verano en el germano Rock Am Ring; un concierto que, merced los múltiples escenarios del festival, coincidió en el tiempo con la descarga de la banda de Billy Corgan. Coincidencia que, en un momento de la actuación, suscitó el cachondeo por parte del líder de Machine Head al grito de 'Shut up Smashing Pumpkins!!'. En cuanto al setlist que desgranaron, abrieron con 'Clenching The Fists Of Dissent', al que sucedieron, intercalados, dos temas más de su galardonado último disco, 'Aesthetics Of Hate' (dedicada a la memoria de Dimebag Darrell) y una intensa 'Halo' que puso patas arriba a los presentes. Éxito por todo lo alto y puños alzados hasta donde alcanza la vista en un concierto arrollador.

sábado, 1 de marzo de 2008

Rock, Babies!!!

From The Cradle To The Grave

Bautizos y comuniones, negocios heredados por sucesión, militancias inculcadas, alistamientos forzosos, carreras universitaria por tradición familiar, carnets de culé pre-natales,... ¿Hasta dónde van a llegar algunos progenitores en su empeño por diseñar la vida de sus retoños? Pues supongo que, una vez se ha intentado influir en las preferencias religiosas, políticas, laborales y futbolísticas, el paso lógico será dictar la orientación sexual y la musical, ¿no? Bien, pues -según algunos- gracias a los matrimonios gay lo primero ya está en curso; lo segundo, en cambio, ya es un hecho. Y si no lo creeis, echad un vistazo a estos videos.

















No me negareis que, como buenos rockeros de pro que sois, tanto si os planteais tener descendencia en el futuro como si ya contais con ella, uno de vuestros miedos más íntimos, inconfesables y atávicos es que vuestra prole -carne de vuestra carne, sangre de vuestra sangre- os salga makinera, folklórica o vete tú a saber qué tipo de degeneración. ¿Estoy en lo cierto? Pues ya podeis respirar tranquilos, futuros papis y mamis, porque vuestra pesadilla más recurrente ha llegado a su fin. De un tiempo a esta parte contamos con el kit ideal para perpetuarnos eternamente, para fabricar réplicas a nuestra imagen y semejanza, para garantizar que los Dioses del Rock'n'Roll no se queden sin futuros acólitos. Pasen y vean, y vayan preparando la billetera.

Pero si creeis que los chupetes, los biberones y la ropa customizada no serán suficiente para inculcar a los enanos fe ciega en el metal, nada mejor que acunarlos con nanas rockeras, como las que factura el sello RockabyeBaby!. En su catálogo cuentan con una veintena de títulos repletos de canciones de cuna inspiradas en AC/DC, Green Day, Tool y otros muchos, y podeis creerme si os digo que proporcionan momentos realmente soporíferos. Eficacia comprobada.