jueves, 13 de marzo de 2008

Publicaciones Gratuitas

La Opción Inteligente

Los tiempos en los que frecuentaba con asiduidad la calle Tallers y aledaños (auténtico centro neurálgico en Barcelona en cuanto a la venta de música) quedan muy atrás. Actualmente, a decir verdad, apenas si me acerco a esa zona una vez cada uno o dos meses, pero ello no es óbice para advertir que, de la explosión fanzinera que tuvo lugar en la década de los 90, ya no queda ni el eco de su onda expansiva. Recuerdo que en los sábados de aquellos entonces, además de la obligada compra de cd's, me agenciaba uno, dos o más panfletos que se distribuían gratuitamente en tiendas de discos, ropa o cómics. Por fortuna para los jerifaltes de las revistas musicales 'serias' (quienes -ignoro hasta qué punto- vieron amenazado su negocio), aquel fenómeno tan floreciente se fue diluyendo -vete tú a saber por qué- hasta desaparecer, dejando huérfanos -sobretodo a los chavales con menor poder adquisitivo- de su ración mensual de papel y tinta. A día de hoy, de los pocos rotativos que soportan el paso del tiempo todavía contamos con la impersonal y 'moderna' (en el peor sentido del término) Mondo Sonoro; pero ni de ella ni de las otras hablaremos aquí. En las siguientes líneas me ocuparé de darle un baño de memoria (y nostalgia, por qué no) a una serie de publicaciones que, durante una época -una época en la que internet estaba en ciernes, y eran pocos los que contaban con fácil acceso-, no sólo entretuvieron, informaron y aleccionaron, sino que dejaron tras de sí un más que agradable poso. Porque, ¡anda que no molaba pillar por la cara toda aquella prensa!


ARISE

Con el indicativo subtítulo 'Heavy Metal Magazine', Arise, más que una revista al uso, es un catálogo de venta por correo; pero, gracias a que una parte de sus páginas está dedicada a reportajes y críticas de discos, bien merece un hueco en esta lista. Con reservas, eso sí, dado que Arise no es una publicación al alcance del público en general, si no exclusivamente a socios. Lo gracioso es que, pese a que un servidor no entra en dicha categoría (jamás les he comprado nada), la sigo recibiendo puntualmente en casa cada dos meses.

Por fortuna, y pese a su carácter comercial, Arise está muy lejos, conceptualmente, del catálogo que la distribuidora Mastertrax puso en circulación hace años, gracias a lo cual la imparcialidad no está sujeta -o eso creo- a intereses mercantiles de una u otra compañía discográfica. No era así en el panfleto de Mastertrax, en el cual todos y cada uno de los discos que allí se mentaban eran (jaja) absolutas masterpieces, las obras cumbres de sus creadores.

A punto de ver la luz el número 50, en Arise los contenidos promocionales han ido poco a poco ganando terreno en las habituales 52 páginas (o las excepcionales 68); así, el espacio reservado a entrevistas y reseñas ha pasado de representar, de las iniciales cuatro quintas partes de la revista, a un escueto tercio, o cuarto en el peor de los casos.

Siendo franco, Arise no se cuenta entre mis lecturas preferidas; pero, a pesar de que la mayoría de los grupos entrevistados no suelen despertar mi interés, por no hablar de las bandas que suelen copar su portada (a tenor de las ocasiones que han repetido, sus predilectas son 'mis queridas' Rage, Hammerfall, Edguy y Sonata Arctica), una vez he agotado los contenidos del Popu y la Rock Hard, la publicación con sede en Bilbao me hace grata compañía cuando acudo a mi cita con el Señor Roca.

Sin ánimo de parecer cruel, en su defensa diré que el nivel de redacción es medio-alto y que los cuestionarios están trabajados. Y eso es lo que cuenta.


DDT

Rotativo sin grapa y en glorioso blanco y negro, el único punto negativo de este periódico mensual valenciano era la calidad de su papel, barato y propenso a dejar manchas de tinta en las yemas de los dedos. Por lo demás, sus 28 páginas siempre venían cargadas de entrevistas a potentes combos de hardcore (patrio e internacional), punk-rock (incluso le dedicaron portada al atómico 'Evil Powers Of Rock'n'Roll' de Supersuckers), y, cómo no, metal en todas sus vertientes; amén de las socorridas secciones de noticias, conciertos y discos.

Ignoro cuanto tiempo estuvieron en activo, pero bien seguro que merecieron más suerte. A mis manos tan sólo llegaron tres números, el 11 (correspondiente a febrero de 2000), el 13 y el 24, pero fueron suficientes para convencerme que entre los miembros de su staff reinaba el buen gusto. Sin ir más lejos, en su particular Pop Polls de 1999 entronizaban como a sus favoritos a Chris Cornell, Buckcherry, Unida y Mike Ness, lo cual no deja margen de duda a la hora de adivinar dónde estaba su corazón.

Pero a pesar de contar con credenciales tan sólidas como ésa, en ocasiones se tomaban la libertad para cometer salidas de tono tan disparatadas y memorables como la que tuvo lugar un mes que vio nacer obras tan potentes como 'Stiff Upper Lip' de AC/DC o 'Ad Astra' de Spiritual Beggars, en el que, sin embargo, ellos encasquetaron como Disco del Mes a los insoportables Incubus y su 'Make Yourself'... Sin palabras.

Tampoco se me olvidará jamás el día que, de barbacoa campestre con los amigos de una exnovia, un cretino de la pandilla me pidió el ejemplar que un servidor andaba leyendo en aquel instante (el de la portada de Supersuckers, para más señas), no para leerlo, que hubiese sido lo más lógico (el idiota se autoproclamaba 'rockero'), sino para avivar el fuego. Por supuesto, todo lo que obtuvo por respuesta fue una rotunda y contundente negativa que me hubiese gustado acompañar de un '¿De qué vas, mequetrefe? ¿Quieres joderme el DDT? ¿A mí?', pero los modales me pudieron en aquel momento. Eso sí, aún hoy cada vez que recuerdo la situación se me calienta la sangre...


LA OREJA METÁLIKA

Esto ya son palabras mayores, señores. La Oreja Metálika. Olvidaos de Heavy Rocks, Metal Hammers, Kerrangs y demás abortos; La Oreja Metálika era el espejo en el que debía (y todavía debe) mirarse cualquier magazine metalero que se precie de serlo. Y es que, mientras los anteriores títulos aquí reseñados funcionaban como complemento a la oferta de kiosko tradicional, LOM fue, a mi parecer, la única publicación gratuita que pudo suponer una seria competencia a las revistas de pago (si no te lo crees, descárgate un ejemplar aquí).

Con una orientación 100% metálica, la cabecera valenciana contaba con una plantilla de colaboradores de excepción, auténticos coneiseurs entregados en cuerpo y alma al Hard y al Heavy. Entre los redactores rescato nombres conocidos como David Marco (en la actualidad dando lecciones de vocabulario con sus editoriales en Rock Hard -por favor, ¡que alguien pare a este hombre!-), Carlos Destroyer, Iván Labarta (ex-mano derecha de Enrique Tur en los primeros días del webzine RockTrip), el propio señor Tur, y un viejo conocido de Popular 1, Don Luis Lecumberry. Como veis, un nivel asombroso.

Y no menos sorprendente resulta la lista de entrevistas a escuderos y primeras espadas (de Demons & Wizards, John Sykes, Stratovarius y Paul Gilbert, a Armored Saint, DIO, Cradle Of Filth y Helloween, pasando por Anthrax, Queensrÿche, Glenn Hughes, Nevermore...), o las más de ¡¡30 páginas!! repletas de reseñas de discos. Un auténtico desafío para quienes padecen de consumismo patológico.

Para mi desgracia, en mi poder tan sólo tengo 3 números; el primero de los cuales data de marzo-abril de 2000, y el último, de julio-agosto de 2003. Y en medio, un vacío tan amplio que incluso les permitió iniciar una segunda etapa, con cambio de tamaño y maquetación incluidos y la incorporación del color. De esta forma, se condensaron las 96 grises cuartillas de antaño en 68 coloridas páginas, manteniendo, eso sí, la densidad de contenidos. Pero no sólo el formato se vio alterado; también se incluyeron nuevas secciones, como la dedicada a la reseña de dvd's (el progreso manda), o la muy interesante 'ABC Metal Hispano', en la que, a través de amplias y detalladas retrospectivas, se repasaban los grandes logros -y los grandes fracasos también- de bandas nacionales tan entrañables como Bella Bestia, y tan tremendas -en sus dos contrapuestas acepciones- como Goliath y Júpiter.

Resumiendo: un fanzine de altos vuelos.


ROCKS

Hermanada en cuanto a amplitud de miras con Mondo Sonoro, precisamente por ese hecho Rocks jamás se tuvo entre mis preferidas. Y si bien el eclecticismo en ambas publicaciones andaba parejo, afortunadamente Rocks carecía de esa carga tan pedante de la que solían/suelen hacer gala la mayoría de redactores del MS, la más de las veces auténticos literatos frustrados que llenan páginas y páginas de verborrea vacía y automasturbatoria. En Rocks, en cambio, iban directos y al grano, con un lenguaje más llano y sin tanta filigrana literaria de por medio.

Para mi desgracia, merced a la indefinición estilística que tomaban por bandera, en algunos números prácticamente había que buscar con lupa para dar con alguna entrevista o reportaje decente, sepultado ante una montaña de pop, hip hop y demás (malas) hierbas. Sin embargo, a falta de unos contenidos más acordes con el nombre de la cabecera, donde nunca fallaban era en la sección de reseñas de discos. Allí siempre había cuatro o cinco títulos por los que bien valía la pena invertir unos pocos minutos en su lectura para posteriormente pasar por caja para agenciárselos. Otro aspecto que tampoco se les podía reprochar era su acertado juicio a la hora de seleccionar el disco del mes. A pesar de que en la mitad de ocasiones mis gustos personales no coincidían con su criterio, algunas de las obras que encabezaron el podium fueron 'American Psycho' de Misfits, 'Aenima' de Tool, 'The Beauty Process' de L7, 'Yield' de Pearl Jam, 'Ridin' The Tiger' de Gluecifer, 'Payin' The Dues' de The Hellacopters, 'By Your Side' de The Black Crowes,...

Menos atinados, en cambio, se mostraron con los artistas que coparon sus portadas. No hay que olvidar que Rocks vio la luz bien entrados los 90 -concretamente en 1997-, una etapa que pasará a los anales por haber sido testigo del auge de fenómenos paranormales en el terreno musical (y prefiero no dar nombres) a los que no tardaría en llegarles su merecida caida. Por esta razón, no resulta extraño que, de los más de veinte números que guardo en mi haber, tan sólo en una cuarta parte sus cubiertas estaban presididas por bandas que perdurarán por siempre jamás (Aerosmith, Slayer, The Black Crowes, Pearl Jam, Bruce Springsteen).


ZOMBI

Sin ser la mejor de las publicaciones aquí reseñadas, no puedo ocultar que es a la que más cariño le tengo. Supongo, quién sabe, que debido a que en su día la viví más a fondo que a las demás... Sea por el motivo que fuere, y a diferencia de Rocks, a Zombi no le podías achacar ni tics ni carencias. Bueno, siempre que comulgases con su línea editorial, claro. Una línea, para qué negarlo, muy influenciada por Popular 1 tanto en el aspecto lúdico (con reportajes dedicados a los cómics Marvel, el friki-circus de Jim Rose, o el Universo de Star Wars) como en su afán por dar a conocer a los alternative kids todo un mundo de color y fantasía (ahí estaba la sección Rincón Clásico, por donde desfilaron clásicos de décadas pretéritas como Lynyrd Skynyrd, Van Halen, UFO, Otis Redding, Cheap Trick, e incluso los primeros rockers de los 50).

Es más, por si cabía alguna duda, el paralelismo con el Popu quedó de manifiesto sobretodo en dos ocasiones: el especial dedicado a las bandas hard-rockeras de los 80 (un número que puedes descargarte, junto a un par más, aquí), y la lista de favoritos de 1996, en la que el grueso de escribanos se declaraba fan de Marilyn Manson, Afghan Whigs, Social Distortion, Screaming Trees, Soundgarden, ... Con alguna que otra disidencia, eso sí; como la elección del insufrible Tricky, un desliz imputable a la facción alternativa/indie/snob del staff, totalmente rendida a formaciones de lo más deleznables (y en este punto vuelvo a acogerme al voto de silencio -buff-).
Al margen y por encima de estos agitadores, encontrábamos como jefe de redacción a Andrés Martínez, quien para esta aventura se hacía acompañar de algún que otro colaborador de Popular 1 (caso del desaparecido en combate Daniel Renna), gente que todavía sigue al pie del cañón junto a Andrés en Rock Hard (como Josep Fleitas, Xavier Iriarte, e incluso Richard Royuela), y varios nombres –al menos por mí- desconocidos (el más llamativo, un sujeto apodado Las Bragas del Capitán América).

Entre sus mayores logros cabe destacar su labor de entrevistadores, auténticos preguntones que pusieron contra las cuerdas a Anthrax, Sepultura, Terrorvision, Alanis Morissette, Rancid, Fear Factory, Marilyn Manson, Def Leppard, Korn, Corrosion Of Conformity, Social Distortion, Body Count, Judas Priest, Motörhead, The Cramps, Green Day... ¡La lista tira de espaldas! Y lo mejor es que no siempre se ceñían a las dos páginas de rigor, sino que en ocasiones se prolongaban hasta las 4 e incluso las 6 caras (caso de Biohazard y Misfits, respectivamente).

Definitivamente, encomiable.


Y como colofón final, elogiar a todos aquellos que se implicaron en poner en marcha todas estas iniciativas. A todos ellos, gracias.