Pese al cúmulo de irregularidades que campaba en la lista de favoritos del 2007 de la revista Rock Hard (de la que di buena cuenta hace unos días), con 'The Blackening' de Machine Head es evidente que no hubo trampa ni cartón. La victoria fue aplastante. De los 30 redactores, casi un tercio lo escogieron entre sus cinco mejores discos del año, ocupando, además, las primeras posiciones de sus preferencias. Un triunfo doblemente merecido, no sólo por la calidad intrínseca de la obra, sino también por el ostracismo que padeció su anterior trabajo, el igualmente inconmensurable 'Through The Ashes Of Empire' (2004).
Y bien, para sumarme a la celebración, y a la espera de su próxima visita a España (apuntad: 31 de mayo en el Electric Festival que tendrá lugar en Getafe), anoche fui testigo -en diferido, eso sí- del vendaval que levantan en vivo Robb Flynn y los suyos en su actual gira.
El directo seleccionado fue el que tuvo lugar el pasado verano en el germano Rock Am Ring; un concierto que, merced los múltiples escenarios del festival, coincidió en el tiempo con la descarga de la banda de Billy Corgan. Coincidencia que, en un momento de la actuación, suscitó el cachondeo por parte del líder de Machine Head al grito de 'Shut up Smashing Pumpkins!!'. En cuanto al setlist que desgranaron, abrieron con 'Clenching The Fists Of Dissent', al que sucedieron, intercalados, dos temas más de su galardonado último disco, 'Aesthetics Of Hate' (dedicada a la memoria de Dimebag Darrell) y una intensa 'Halo' que puso patas arriba a los presentes. Éxito por todo lo alto y puños alzados hasta donde alcanza la vista en un concierto arrollador.