Sala Apolo, Barcelona 8 Abril 2006
Una de mis ex-novias a menudo se lamentaba de no haber tenido nunca una Barbie. La pobre, año tras año, escribía una carta pidiendo la dichosa muñeca, pero cada Navidad Sus Majestades de Oriente recortaban su presupuesto obsequiándole con una mucho más modesta -y barata- Cindy. Qué cosas tiene esto de pertenecer a una familia obrera... No sé hasta qué punto esta carencia llegó a joderle la infancia a la chica, pero, en mi caso, el hecho que los Reyes Magos jamás me trajeran un Simón dice ha acabado teniendo repercusiones a largo plazo en mi vida. Maldita sea, quién me iba a decir que la falta de semejante artefacto infernal arruinaría mi porvenir.
Está comprobado que las pocas partidas que me eché con el cacharro junto a un amigo sirvieron de poco para desarrollar mi memoria. La prueba más evidente: soy incapaz de recordar los set-lists de los conciertos. Por muy bien que me conozca el repertorio que el grupo se traiga entre manos, sin la ayuda de papel y bolígrafo siempre se me olvida algun tema; por no hablar del orden secuencial. A duras penas, y como máximo, logro recordar con qué pieza abren y cierran el show.
El de Danko Jones dio inicio con el explosivo 'I'm Alive And On Fire' y finalizó con la no menos poderosa 'Mountain', una pieza inédita hasta el momento en su discografía, que se convierte en toda una performance en manos de nuestro hombre. Puños en alto, sentimientos a flor de piel, un monólogo que no me canso de escuchar, y una sesión de bofetadas que me pone los pelos de punta (descárgate un fragmento aquí ).
Entre uno y otro tema fueron cayendo canciones pertenecientes a sus cuatro álbumes, haciendo especial hincapié en 'Sleep Is The Enemy', su flamante último disco, y 'I'm Alive And On Fire', la compilación que lo dio a conocer más allá de sus fronteras, y que a día de hoy, diez años después de haber sido grabado, sigue sonando igual de fresco. Nada menos que cinco cortes se recuperaron para la ocasión: 'Samuel Sin', 'Dr. Evening', 'Mango Kid', el tema título, y el imprescindible 'Sugar Chocolate' (descárgatelo aquí).
De 'Sleep Is The Enemy', y haciendo alarde de una seguridad aplastante, sonaron ocho temas: 'Sticky Situation', 'Baby Hates Me', 'Don't Fall In Love', 'She's Drugs', 'The Finger', 'First Date', 'Invisible' (es decir, las siete primeras canciones del disco) y el corte que titula la obra. Lógicamente, en 'Invisible' no contamos con la presencia ni la voz de John Garcia, pero Danko se las apañó para hacerla sonar de maravilla; de lo mejor junto a la adrenalínica 'The Finger'.
Para mi sorpresa, el repaso al resto de su discografía fue de lo más escueto. Si la memoria no me falla, tan sólo un tema de 'We Sweat Blood' ('The Cross') y un par de 'Born A Lion' ('Play The Blues' y una extensísima versión de 'Love Is Unkind' -con otro de sus impagables diálogos- que voló algunas cabezas).
Uno de los conciertos del año, señores, y tal vez el mejor de los tres que he presenciado del trío. Si estuviste allí lo sabes tan bien como yo, Danko Jones es un auténtico animal escénico. No hay discusión posible. Su actitud -entre arrogante y autoparódica-, su entrega y su repertorio convierten la velada en una fiesta a lo grande, en una experiencia que querrás repetir con cada nueva visita de la banda. Cita obligada, diversión asegurada.
Y no pasaré por alto el papel de los teloneros, los prometedores Tokyo Dragons, quienes redondearon un doble cartel como hacía tiempo no veía. Su debut, 'Give Me The Fear', no es la tabla de salvación del Rock'n'Roll, ni mucho menos; pero una escasa media hora de permanencia sobre el escenario les bastó para ganarse una respuesta de lo más entusiasta por parte del respetable. Si no los conoces descárgate aquí su divertido clip.