Los directores Joe Berlinger & Bruce Sinofsky se ganaron una pequeña parcela en la Historia del Rock desde que el primer fotograma de su rockumentary 'Some Kind Of Monster' iluminara una pantalla, pero sería una injusticia que otro de sus documentales, 'Paradise Lost' (curiosamente, con banda sonora a cargo de Metallica), no acabase figurando junto a 'Sangre Fría' de Truman Capote como una de las cimas creativas de la Crónica Negra.
'Paradise Lost' (nada que ver con la banda inglesa de doom) es un díptico de casi cinco horas de duración dividido en dos partes, 'The Child Murders At Robin Hood Hills' (1996) y 'Revelations' (2000), centrado en la investigación de un triple asesinato cometido a principios de los '90 en una pequeña localidad de Arkansas, en la América más profunda que os podáis imaginar. Las víctimas: tres niños de ocho años asesinados de forma brutal en lo que, a ojos de la fiscalía, obedece a un rito satánico; los sentenciados: Damien Echols, Jason Baldwin y Jesse Misskelley, tres metalheads adolescentes -bautizados desde entonces como los Tres de Memphis West- que a día de hoy cumplen sus condenas (dos cadenas perpetuas y una pena capital) por un crimen que no cometieron; o eso se deduce a la vista de este reportaje. La filmación recoge los testimonios de familiares y amigos, agentes del cuerpo policial, forenses, psiquiatras y demás implicados en la investigación y el proceso judicial que se desencadenó, dejando al descubierto una serie de irregularidades alrededor del caso, amén de una ausencia total de evidencias físicas que inculpen a los condenados, que apuntan a la búsqueda desesperada de un chivo expiatorio por parte de las Autoridades.
Convertidos en cabeza de turco, los tres jóvenes (actualmente ya treinteañeros) pronto contaron con una plataforma de apoyo, la denominada FTMW3 (o 'Free The Memphis West Three'), una iniciativa civil nacida con los propósitos de difundir públicamente esta moderna caza de brujas y recaudar fondos para hacer frente a los costes de una apelación. Uno de los artistas más involucrados en el tema -sin despreciar la labor de Supersuckers, Winona Ryder, Tom Waits, Marilyn Manson y tantos otros- ha sido Henry 'angry man' Rollins, quien en 2002 reunió a la flor y nata del Rock más afilado (Iggy Pop, Cedric Bixler Zavala, Corey Taylor, Nick Oliveri, Mike Patton, Ice T, Tom Araya, Lemmy y un largo etcétera) para la grabación de 'Rise ABove', un disco con fines benéficos que retomaba 24 himnos de Black Flag, en crudo.
Aunque, para crudeza, la propia realidad, que no es otra que los auténticos autores del crimen siguen en libertad mientras tres inocentes se pudren en la cárcel. América: land of the free, home of the brave... o eso cuentan.