Hoy me ha dado por recuperar un disco que no debe faltar en la colección de cualquier aficionado al metal: 'Accept' (1979), el debut (homónimo, por más que haya quien se empeñe en titularlo 'Lady You', como el tema que lo abre) de los alemanes Accept, una ópera prima de la que nadie, ni sus propios artífices ni sus seguidores, quiere acordarse. O eso parece. Sólo hay que echar un vistazo a los créditos de los álbumes en directo que Accept publicarían años más tarde, o a los discos tributo que posteriormente les dedicarían, para caer en la cuenta que la influencia de álbumes como 'Breaker' (1981), 'Restless & Wild' (1982), 'Balls to the Wall' (1983) o 'Metal Heart' (1985) (casi) han conseguido borrar el recuerdo de su tarjeta de presentación. Tan sólo Therion, en el homenaje 'A Tribute to Accept 2' (2001), hicieron algo de justicia al mundo versioneando la emotiva balada 'Seawinds'.
Y es que me parece de lo más extraño que nadie le preste atención a un disco como 'Accept', una obra que, a día de hoy, me sigue pareciendo notable, con un sonido de lo más personal, y -no lo voy a negar- por la que siento un cariño muy especial. Y no lo digo porque fuese el primer trabajo de Accept en caer en mis manos, que es lo típico en estos casos de amor nostálgico... A mi parecer, 'Accept' atesora un buen puñado de momentos que merecen ser rescatados: piezas de hard-rock metalizado como 'Lady You', 'Tired of Me', o las espídicas 'That's Rock'n'Roll' y 'Free Me Now'; sin olvidarnos de 'Take Him in My Heart' y 'Glad to Be Alone', dos cortes que no pueden evitar disimular la influencia de sus compatriotas Scorpions. De éstos, precisamente, también adoptaron el gusto por las portadas epatantes; en este caso, con una de esas fotografías que se te quedan grabadas en la retina de por vida.
Resulta curioso constatar que las dos baladas que aparecen en el disco ('Glad to Be Alone' y 'Seawinds') no estén interpretadas por el señor Udo Dirkschneider, quien (y es un suponer), tal vez por entonces se sentía inseguro de sus posibilidades vocales. Quien sabe qué secreto se esconde tras esas ausencias... Tuvieron que grabar otro disco, el irregular y mediocre 'I am a Rebel', para que Udo por fin encarase una composición algo más pausada de lo habitual. Ocurrió en su primera obra maestra, 'Breaker', con la correcta'Can't Stand the Night'; aunque los mejores frutos no brotarían hasta el LP 'Balls to the Wall', con la grabación de esa estupenda joya titulada 'Winterdreams'.
Y bien, aunque es indudable que con 'Breaker' los germanos, amén de definir su sonido definitivo -ese mayestático heavy metal rebosante de ultra-poderosos riffs y machotes coros de estilo siberiano-, obtuvieron el espaldarazo que les catapultaría, al menos en Europa, a la primera línea de popularidad, compartiendo gloria con bandas ya consagradas como Judas Priest, Scorpions o Kiss, nadie con dos dedos de frente debería pasar por alto el primer paso de Accept en el mundo discográfico. Palabra.