viernes, 12 de septiembre de 2008

The Soulbreaker Company

Ya tocaba romper el silencio... Tras dos semanas absorto en asuntos que no vienen al caso vuelvo a la carga; y no precisamente con una novedad. Como ya sabréis, o así debería ser, el sexteto vasco sacó a la luz su segundo disco a principios de este mismo año, pero -cosas que pasan- en su momento no les hice un hueco en el blog. Bueno, como se suele decir, no hay mal que por bien no venga. El motivo de traerlos por aquí es que hoy mismo y mañana actuarán muy cerca de mi lugar de residencia, y como os podéis imaginar, procuraré no perderme la oportunidad de presenciarles -como mínimo- una vez. Ya les he visto en un par de ocasiones y su directo siempre resulta incendiario. Hoy viernes, como ya he dicho, actuarán en Martorelles, una localidad en las inmediaciones de Barcelona, y mañana sábado desplegarán su buen hacer en la Ciudad Condal, concretamente en el bar rockero RockSound.

Y bien, podría deciros que con motivo de estos bolos inminentes he tenido a bien de desempolvar su obra más reciente para ponerme al día, pero no ha sido así. Y no lo ha sido porque desde julio este álbum forma parte de esa docena de cd's escogidos que llevo siempre en el coche, por lo que cada semana me lo llevo al oído al menos una vez. No es para menos, la verdad. Su debut, a pesar de alguna que otra cosa mejorable, estaba francamente bien, pero con ésta, su continuación, se han salido. No sólo los arreglos están al nivel de cualquier banda grande que se os ocurra, sino que la producción y el sonido, rebosantes de pequeños detalles, le van a la par; justamente lo que se merecen unas composiciones como la copa de un pino. Y si a todo esto añadimos que, además, se atreven a juguetear con el soul macarra de la blaxploitation, la psicodelia y el southern puro como el Jack Daniels, no se puede decir más claro: ¡¡es uno de los discos del año!!

Estoy seguro que en vivo no perderán ni uno solo de los matices que atesora este 'The Pink Alchemist', pero me asalta la duda de cómo lo harán para cubrir la carencia de esa sección de metal, esa flauta travesera o esos coros femeninos que de tanto en tanto hacen su aparición... En unos días os lo cuento.