Quién me hubiera dicho a mí hace un par de años que recibiría con tanta frialdad la primera entrega en solitario del señor Tankian... Por entonces System of a Down eran mi banda del momento; su díptico 'Mezmerize'/'Hypnotize' me tenía sorbido el seso, y raro era el día que no escuchaba uno u otro disco. Incluso a mediados de 2005 me desplacé hasta Madrid para verlos en el chapucero Festimad (objetivo, por cierto, que yo mismo frustré al abandonar el recinto tras seis desesperantes horas de espera). Sin embargo, mi fijación por ellos ha ido mermando de manera inexorable a medida que transcurría el tiempo. Tal vez parte de la culpa la haya tenido el lógico desgaste al que sometí su material, o el visionado -gracias a la magia de eMule- de un show grabado en Milán, en el que los miembros de la banda hacían gala de una desgana y una parálisis física como jamás he presenciado en una actuación en vivo. De puta pena. Aunque, quién sabe, quizá la responsabilidad de este progresivo alejamiento recaiga en una terrible filmación que circula por la Red (la podéis encontrar bajo el nombre de 'Serj Tankian - Improvisational Noize'), en la que el mostachudo vocalista da rienda suelta a su espontánea 'creatividad' sometiendo a la audiencia a un recital de metherin y gorgoritos de lo más patético.

A pesar de estos defectos, el disco es disfrutable, y aunque no está a la altura de los últimos discos de SOAD, los principales atractivos de aquéllos (originales fraseos vocales, abruptos cambios de ritmo, melodías con sabor a Oriente Medio) están también presentes aquí.