viernes, 16 de diciembre de 2005

Queen

Una Noche De Opereta

Cómo pasa el tiempo. Mañana hará dos semanas que mis amigos Marta y Xavi me regalaron, con motivo de mi Santo, un ejemplar de la lujosa reedición de 'A Night At The Opera' de Queen, y, a pesar de que lo devoré con fruición en los días siguientes, me he reservado haste este momento para dedicarle mis elogios. Que son muchos, por otra parte.

Pero antes permitidme divagar un poco. Siempre que en una conversación sale a colación la cuestión '¿cual es tu disco favorito de Queen?' -situación muy puntual, claro está; no vayáis a pensar que mi vida gira en torno a los británicos-, me encuentro en un serio aprieto, porque son tantos y tan buenos... Por cuestiones emocionales suelo responder que 'Jazz'; más que nada porque éste fue el primer disco de la banda que escuché de principio a fin, aunque, sentimentalismos a un lado, hay que reconocer que sigue siendo un pedazo de disco se mire por donde se mire. Sólo hay que acercar la oreja a temas del calibre de 'Bicycle Race', 'Don't Stop Me Now', 'Fat Bottomed Girls' o el injustamente olvidado 'Mustapha' para darse cuenta de ello. Otro de los grandes es 'A Day At The Races', continuación inmediata de 'A.N.A.T.O.', con el que comparte puntos en común tan evidentes como el diseño de la portada o la alusión al universo cinematográfico de los Hermanos Marx, y con el que, a nivel de composición, guarda más similitudes que diferencias respecto a cualquier otro disco de la formación. Grandilocuencia elevada a la máxima potencia, saltos temporales a los alegres años 20, hard-rock épico, poderosas baladas... todos los ingredientes de su anterior disco están de nuevo aquí presentes para formar un díptico indisoluble e incontestable. Un poco alejados de este Top 3 tan personal situaría 'The Game', 'Sheer Heart Attack' y 'A Kind Of Magic', excelentes obras que, sin embargo, siempre estarán a la sombra de su trilogía clave; porque, sí, cada uno de ellos contiene, como mínimo, un par de clásicos de su discografía, pero a nivel de conjunto no se aproximan a la magnitud de lo que para mí es su trilogía definitiva. Queen siempre facturaron buenos singles, pero fue con 'A Night At The Opera', 'A Day At The Races' y 'Jazz' con los que alcanzaron su punto álgido en la composición de himnos inmortales. Aunque no es menos cierto que en todos sus lanzamientos siempre supieron extraer algún que otro diamante en bruto. A la cabeza me vienen recuerdos de infancia, con el Citröen 2CV de mi padre como escenario principal, donde, al ritmo funky de 'Another One Bites The Dust', entré en contacto con la música de Mercury, May y compañía por primera vez en mi vida. Qué grandes. Y qué cantidad de matices acompañan estos pensamientos...

Dicho esto, regreso al objeto de este post. Si ya de por sí 'A Night At The Opera' me parece una auténtica obra maestra, mi valoración gana un par de enteros con esta edición, que además de contar con una nueva mezcla en sonido envolvente 5.1, tiene como principal reclamo un dvd con clips para todos y cada uno de los 12 temas. Pero lo primero que salta a la vista es el envoltorio: un estuche en formato digipack con el célebre logotipo impreso en relieve y una funda protectora transparente que le da un toque de lo más vistoso. ¡Si es que el blanco resulta tan brillante que hace daño a la vista! Una vez desplegado, una de las cuatro secciones contiene un libreto diseñado para la ocasión; nada menos que 20 páginas con las letras de las canciones y un puñado de fotos inéditas. Pero lo mejor viene cuando introduces el disco B en el lector del reproductor dvd. Un elegante menú da paso a la selección de opciones, que hacen posible disfrutar del visionado escuchando el disco de forma íntegra y leyendo los textos como si de un karaoke se tratase, o leer los jugosos comentarios de Brian, Roger, Freddy y John relatando las vicisitudes que rodearon la grabación de su cuarta obra. Y para los que dominan la lengua de Shakespeare a la perfección también existe la opción de escuchar sus voces originales, más de 40 minutos de cháchara en la que se repasan anécdotas y curiosidades varias. En el apartado visual, a los clips originales de 'Bohemian Rhapsody' y 'You're My Best Friend' hay que sumar los realizados de forma expresa para el resto de temas, confeccionados a base de fragmentos de video en directo e imágenes fijas de carácter promocional. Tal como el propio Brian May asegura, 'simplemente es la edición mejor producida... y dudo que pueda mejorarse'.

Y para redondear el conjunto, la revista This Is Rock, en la que ya es su 18ª entrega, ofrece un amplio dossier centrado en esta edición que conmemora el 30º aniversario de 'A Night At The Opera', poniendo especial énfasis en el tema estrella del disco, 'Bohemian Rhapsody'. En las 12 planchas que le han dedicado hay espacio, junto a unas cuantas fotografías a página completa, para varios artículos que repasan su repercusión inicial, su posterior influencia, su correspondiente gira, detalles de la grabación, curiosidades, anécdotas, y muchos datos de interés que me eran completamente desconocidos. Lástima que entre todo este caudal de información se haya colado un artículo, polémico donde los haya, en el que, como si de la revista de música clásica Amadeus se tratara, se realiza un análisis pormenorizado de la estructura musical del clásico por excelencia 'Bo Rhap'. Una auténtica paliza de texto que, por increible que parezca, recibe aplausos en el foro de la cabecera (www.thisisrock.net/foro/viewtopic.php?t=203&start=15). Si es que hay gente para todo.
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