No, esto no va de Batman ni historias parecidas. Este post es más que nada para darme un poco de autobombo, que ya está bien de oir a mi madre recordándome aquéllo de 'y con lo guapo que eres, ¿cómo es que todavía no tienes novia?'. Pues porque no me sale del carallo, supongo; que en esta vida todo es cuestión de voluntad. Y sí, ya sé que con este blog no he puesto toda la voluntad necesaria (de lo contrario habría una entrada diaria, y no como ahora, que actualizo una o dos veces por semana), pero tengo otros pájaros en la cabeza que reclaman mi atención. Pío, pío.
Pues bien, resulta que hace un par de días ILoveHardRock celebró su primero aniversario. Me he dado cuenta hoy mismo, esta mañana. Está claro que nadie me recordará por mi capacidad de memorizar efemérides, pero ¡quién quiere pasar a la posteridad! Y bien, aprovechando este primer cumpleaños quería agradeceros a todos el que hayáis estado leyendo las panochadas que cuelgo; sin importar que hayáis escrito un comentario o no (aunque se agradece leer vuestras panochadas de vez en cuando). No tengo ni idea de cuánto tiempo seré capaz de mantener la ilusión en este proyecto, pero mientras haya Rock'n'Roll en el mundo y yo disponga de mi conexión a internet creo que la cosa va para largo.
A pesar de ello, ILoveHardRock va a mantenerse en modo pausa durante una buena temporada. ¿Cuánto? Pues no tengo la menor idea, señores; supongo que un par de meses a lo sumo. ¿El motivo? Bien, si lleváis tiempo leyendo el blog os habréis percatado que no suelo dar muchos detalles de mi vida privada, pero por una vez esbozaré unas cuantas pinceladas de mi particular realidad (el morbo vende, eh, cabronazos). Resulta que de aquí a unos días me mudo de domicilio, concretamente a un piso sin amueblar; así que, como podéis imaginar, mi prioridad es comprar ciertos enseres indispensables para la vida hogareña, dejando a un segundo plano la instalación de una línea que me conecte con el exterior. Además, estoy en paro. Todavía no he cobrado mi primera paga de subsidio, así que los números de mi cuenta brillan en un intenso tono rojizo. Y, es más, este período de mudanza va a coincidir con el inicio de los exámenes de mi nueva etapa estudiantil. Así que a la falta de medios se añade una carencia importante de tiempo libre. And that's my life. Sólo espero que no borréis ILoveHardRock de vuestro menú de Favoritos y vayáis comprobando periódicamente si sigo vivo. No descarto que esporádicamente cuelgue algún post (desde algún ciber o cutre locutorio), así que estad atentos.
PD: tengo en cartera un mogollón de articulillos (el programa 'Supergroup' del canal VH1, el concierto de Juliette & The Licks en Barcelona, los últimos lanzamientos de Skid Row, UFO, Kayser y tantos otros, el documental 'The End of the Century' de Ramones, la entrevista a Noches D Orion, un recordatorio al film 'Hard Rock Zombies',...), pero los centrados en la actualidad quedarán irremediablemente enterrados en el fondo del cajón. Es una lástima. Pero no diré 'hasta pronto' sin antes regalar una golosina.
Sí, caballeros, el clásico Especial USA de Popular 1, un número mítico que debería ser lectura obligatoria en todas las escuelas de turismo del planeta. 40 días de travesía cruzando los Estados Unidos, de New York a San Francisco; un viaje, según César Martín (The Man) al alcance de cualquiera ('sólo hay que ahorrar durante unos meses' decía el muy cabrón en un correo posterior). Yo ya he tomado una determinación: voy a poner mi trasero en venta. ¿Quien quiere ser mi primer cliente? Dejad un número de contacto en Comentarios, please. I need money, honey.
Pues bien, resulta que hace un par de días ILoveHardRock celebró su primero aniversario. Me he dado cuenta hoy mismo, esta mañana. Está claro que nadie me recordará por mi capacidad de memorizar efemérides, pero ¡quién quiere pasar a la posteridad! Y bien, aprovechando este primer cumpleaños quería agradeceros a todos el que hayáis estado leyendo las panochadas que cuelgo; sin importar que hayáis escrito un comentario o no (aunque se agradece leer vuestras panochadas de vez en cuando). No tengo ni idea de cuánto tiempo seré capaz de mantener la ilusión en este proyecto, pero mientras haya Rock'n'Roll en el mundo y yo disponga de mi conexión a internet creo que la cosa va para largo.
A pesar de ello, ILoveHardRock va a mantenerse en modo pausa durante una buena temporada. ¿Cuánto? Pues no tengo la menor idea, señores; supongo que un par de meses a lo sumo. ¿El motivo? Bien, si lleváis tiempo leyendo el blog os habréis percatado que no suelo dar muchos detalles de mi vida privada, pero por una vez esbozaré unas cuantas pinceladas de mi particular realidad (el morbo vende, eh, cabronazos). Resulta que de aquí a unos días me mudo de domicilio, concretamente a un piso sin amueblar; así que, como podéis imaginar, mi prioridad es comprar ciertos enseres indispensables para la vida hogareña, dejando a un segundo plano la instalación de una línea que me conecte con el exterior. Además, estoy en paro. Todavía no he cobrado mi primera paga de subsidio, así que los números de mi cuenta brillan en un intenso tono rojizo. Y, es más, este período de mudanza va a coincidir con el inicio de los exámenes de mi nueva etapa estudiantil. Así que a la falta de medios se añade una carencia importante de tiempo libre. And that's my life. Sólo espero que no borréis ILoveHardRock de vuestro menú de Favoritos y vayáis comprobando periódicamente si sigo vivo. No descarto que esporádicamente cuelgue algún post (desde algún ciber o cutre locutorio), así que estad atentos.
PD: tengo en cartera un mogollón de articulillos (el programa 'Supergroup' del canal VH1, el concierto de Juliette & The Licks en Barcelona, los últimos lanzamientos de Skid Row, UFO, Kayser y tantos otros, el documental 'The End of the Century' de Ramones, la entrevista a Noches D Orion, un recordatorio al film 'Hard Rock Zombies',...), pero los centrados en la actualidad quedarán irremediablemente enterrados en el fondo del cajón. Es una lástima. Pero no diré 'hasta pronto' sin antes regalar una golosina.
Sí, caballeros, el clásico Especial USA de Popular 1, un número mítico que debería ser lectura obligatoria en todas las escuelas de turismo del planeta. 40 días de travesía cruzando los Estados Unidos, de New York a San Francisco; un viaje, según César Martín (The Man) al alcance de cualquiera ('sólo hay que ahorrar durante unos meses' decía el muy cabrón en un correo posterior). Yo ya he tomado una determinación: voy a poner mi trasero en venta. ¿Quien quiere ser mi primer cliente? Dejad un número de contacto en Comentarios, please. I need money, honey.
Volviendo al disco en cuestión, 'Fang Bang' es una obra de ligera digestión y tan intrascendente como un film de terror de serie B; y quien se empeñe en buscarle tres pies al gato saldrá mal parado. Estamos ante un disco de usar y tirar, sin pretensión alguna de añadir un capítulo glorioso a la Historia del Rock o de intentar reescribirla. O así es como yo lo veo. Me gustaría conocer de primera mano las inquietudes artísticas de J. Poole -aka Wednesday-, pero metería el brazo en el fuego a que ése es el espíritu que inspira a nuestro hombre. Dudo mucho que sus expectativas pasen por inmortalizar su legado a lo largo de las décadas como si de Alice Cooper se tratase; y si no es así lo lleva mal, porque carece del talento de The Coop. De lo que no anda falto es de ingenio; sólo hay que echar un vistazo a los divertidos juegos de palabras de algunos de los títulos de sus canciones: 'Morgue Than Words', 'My Homesweet Homicide', 'Till Death Do Us Party', 'Buried With Children',... No comparten la oscuridad de Marilyn Manson, pero sí tienen mucha más chispa, ¿verdad? Casi parecen aptos para todos los públicos; a pesar de la carga crítica que llevan implícitos.



Con el concierto funcionando a pleno rendimiento los Lagarto hicieron subir a Gnaposs (en las fotos con camiseta roja) para que les acompañase en unos cuantas piezas de blues y en 'La Serpiente', a la que añadieron en el tramo final un fragmento del 'Sex Machine' de James Brown para darle un toque todavía más funky. El resto del set continuó centrado en 'Mundo Circo', con escasas menciones a 'Mira Adelante' y 'Cálido', y con un par de versiones: la habitual 'Sweet Talker' de Whitesnake, y, una inédita hasta entonces (corregidme si me equivoco) 'Lay Down, Stay Down' de Deep Purple, perteneciente a su álbum 'Burn'. Resulta evidente la admiración que sienten hacia David Coverdale, por lo que sólo puedo desearles que en la próxima visita de la Serpiente Blanca sean ellos, y no unos Ñu un poco fuera de lugar, quienes se encarguen de telonearles. Seguro que lo harán con nota.
Con esta nueva etapa se acaba la mofa y la burla. Con Richard Royuela al frente del proyecto, la empresa toma visos de seriedad, dejando atrás los días de sonrojo y descojone. La renovación de la plantilla de colaboradores nos trae nombres hasta el momento asociados a la extinta Very Metal y 666 (el suplemento jevimetalero -ahora desaparecido- de Rockzone), lo que garantiza buenos textos y juicios fidedignos; apreciación que se ve reforzada -hay que barrer para casa, amigos- con aportaciones de conocidos de ILoveHardRock, como Xavier Rulló, o quien os escribe (mías son dos fotos que -por error- aparecen invertidas). Pero que mi contribución -del todo casual- no os confunda: seré crítico e imparcial en mi valoración. Y bien, sin ser un debut para echar cohetes el resultado final me ha gustado en su conjunto; lógicamente con cosas a mejorar, y otras a reivindicar. En el apartado de reproches enumeraré la longitud del dossier dedicado a los festivales (10 páginas me parece excesivo), la sección 'Apuesta por...' (o cómo llenar dos planchas con grupos insustanciales) me resulta innecesaria -tampoco son bandas tan desconocidas-, y, por último, la sensación de 'vacío' que desprenden ciertas páginas (las de noticias, por ejemplo, me parecen un poco desaprovechadas). En cuanto a los aciertos: el sistema de iconos utilizado en la sección de reseñas (que permite catalogar fácilmente a las bandas), detalles como incluir la discografía completa de cada uno de los grupos entrevistados, además de un pequeño sub-apartado -'¿Sabías qué?'- en el que se ofrecen datos curiosos, el precio (3 euros y medio es un importe a pagar de lo más razonable -que cunda el ejemplo-), y el encarte interior de 16 páginas dedicado al rock nacional, certeramente titulado 'Rock Duro', y que ofrece toda la actualidad del panorama hispano.

















Hay ciertos subgéneros propios del cómic que no van conmigo. Uno de ellos es el de los mechas (o robots gigantes), una temática que cuenta con una amplia legión de fans dentro del mundillo manga pero que a mí me aburre horrores. Más que nada por lo reiterativo de las situaciones, personajes y todo lo que las rodea. Al principio, como todo, tenía su encanto -para la historia quedan Mazinger Z y sus más directos sucedáneos-, pero a la que Masamune Shirow y otros empezaron a introducir términos pseudo-científicos en los guiones aquéllo acabó por convertirse en desastre. Y bien, reconozco que jamás me he acercado a la saga Gundam, pero con los traumas sufridos ya he tenido suficiente medicina. No more Patlabors. Y dirás tú... ¿qué carajo pinta este exo-esqueleto mecánico con el genial Richie Kotzen? Pues mucho, caballero. Gracias a la reciente edición de su nuevo disco, 'Into The Black', me he puesto a indagar en el pasado más reciente del artífice de maravillas como 'Get Up' (2004) o 'Forty Deuce' (2005), y ¿qué he descubierto? Ni más ni menos que el año pasado el guitar-hero registró, exclusivamente para el mercado nipón, 'Ai Senshi Z x R', un disco (algo más que) inspirado en la banda sonora de la serie de animación de los robotitos en cuestión. En este candidato perfecto a 'disco delirante' por Popular 1, Richie Kotzen se hizo acompañar de su ex-socio en Mr. Big Billy Sheehan y del batería Franklin Vanderbilt; y, lo más curioso de todo, en un principio estaba prevista la aportación vocal de Cindy Lauper, pero problemas de última hora propiciaron que fuera el mismísimo Kotzen quien prestase su voz (no sabemos si en japonés, inglés, o una mezcla de ambos). Y es más, todos esos temas, junto con otros de su pasado, fueron interpretados en La Tierra del Sol Naciente el pasado mes de marzo en cinco shows ¡abriendo para los Rolling Stones!
Pero si algo así puede parecer insólito, aún más inconcebible resulta enterarse que esta misma semana Richie Kotzen está ofreciendo sets acústicos a lo largo y ancho de la Península y nadie se ha hecho eco del asunto. ¿Qué está pasando aquí? La visita de Forty Deuce en 2005 pasó totalmente desapercibida, y este año se repite la misma situación. ¿Qué le ha hecho este hombre a los promotores patrios? ¿Se benefició también a sus esposas? En cualquier caso, los lugares para hoy y los próximos días son los siguientes:
Parece que la valoración que hice de su disco al frente de Forty Deuce ha obtenido sus frutos. Si en la reseña que escribí por entonces comentaba que los mejores temas, a mi parecer, eran precisamente los reposados, en este 'Into The Dark' multiplica la dosis a base de bien, entregando un disco rebosante de quietud y sentimientos. Y quién sabe si su disco más personal. El hecho que Kotzen interprete todos los instrumentos nos da una pista de sus intenciones, aunque es en los textos de las canciones (emociones íntimas narradas en primera persona) donde se nos declara abiertamente. Diez medios tiempos, oscuros en mayor o menor grado, pausados, con pasajes casi fúnebres, sin estridencias y con escasez de arrebatos. No se me ocurre mejor forma de definirlos. No es precisamente la clase de disco que pincharía a diario, pero en situaciones muy puntuales se convierte en una experiencia única. Sin ir más lejos, ayer mismo se dieron las condiciones precisas para sumergirse en su escucha: conduciendo de noche por una carretera mojada por la lluvia. Sin duda, el escenario ideal para dejarse llevar por tanta calma y sosiego.
Y bien, tras aquella primera incursión fuera de KISS un tanto desangelada (algo curioso teniendo en cuenta que de aquellos cuatro discos del '78, el suyo resultaba el más fiel al sonido KISS), Paul Stanley regresa por su cuenta y con la suficiente confianza como para autoproducirse. Han pasado 28 años, muchas cosas han cambiado, pero su capacidad para escribir temas con gancho sigue intacta. Los diez cortes de 'Live To Win' lo demuestran con creces; aunque no todo el mérito es suyo, que la cosa tiene algo de trampa: tan sólo hay una canción enteramente compuesta por nuestro protagonista, ‘Loving You Without You Now’, una melosa, aunque deliciosa, balada con apoyo orquestal. El resto son alianzas a nivel compositivo con nombres tan ligados al hit-single como Desmond Child, Holly Knight (ambos veteranos en el Universo KISS), Charlie Midnight, Andreas Carlsson (Bon Jovi, Britney Spears), Pete Masitti, Marti Frederiksen (Aerosmith, Faith Hill) o el guitarrista John 5 (ex-Marilyn Manson, y actualmente en las filas de Rob Zombie). Un grupo ecléctico como pocos del que, a priori, no se podría esperar grandes cosas, pero que han dado en el clavo en temas tan brillantes como 'Live To Win', 'Wake Up Screaming' o 'Bulletproof', tres piezas que te pondrían en un aprieto si te vieses obligado a escoger una por encima de otra. Y no muy atrás se encuentran medios-tiempos tan irresistibles como 'Everytime I See You Around' o 'Second To None', y las muy solventes 'Lift', 'All About You', 'It's Not Me' o 'Where Angels Dare'. Nada está de más en este disco repleto de exquisitas melodías y buen gusto. Auténticas delicatessen condensadas en píldoras que no sobrepasan los 4 minutos de duración. Hard-Rock melódico a un paso del A.O.R., o A.O.R. a un paso del Hard-Rock melódico. Qué más da. Paul Stanley está de vuelta tras 8 años de silencio (¡Madre de Dios! ¡Qué lejos queda ya 'Psycho-Circus'!) y con eso ya deberíamos colmarnos de felicidad.