Que la fidelidad es un concepto que no tiene cabida en el mundo de la música es un hecho que, en mayor o menor medida, todos hemos experimentado. Y es que, si hace escasamente quince días estaba soltando maravillas por esta boca mía de Supagroup, esta semana aquel amor efímero ha encontrado su relevo en otra banda que rinde tributo, homenaje y pleitesía a los australianos más conocidos del planeta. Demos un aplauso a Airbourne.
Y sí, de acuerdo, habrá quien les achaque que no son más que una copia de AC/DC, pero estos cuatro tipejos lo hacen con tanto estilo y desparpajo que no vale la pena detenerse en esta clase de detalles nimios. Aún así, a los más cabezones decirles que los hermanos O'Keeffe no copian burdamente, si no que toman exclusivamente lo mejor de la banda de los hermanos Young, lo cual -y estaréis de acuerdo conmigo- les exime de cualquier culpa.
Y es que, a pesar de que ya existen unos cuantos clones de los australianos repartidos por todo el globo -Jackyl, Rhino Bucket, Supagroup...-, quién puede resistirse a discos tan rotundos como éste. Un disco -no te quepa duda- no apto para espíritus indies, cuya escucha te mantiene en vilo desde que 'Stand Up For Rock'n'Roll' da el pistoletazo de salida hasta que 'Let's Ride', el último tema, llega a su fin.
Sin salsas ni aditivos, pero rebosante de conservantes, Airbourne son de esas bandas que gustan a los Stones porque no son más que rock'n'roll; puro, simple, pero jodidamente adictivo.
Ah, y deciros que he preferido ahorrarme el esfuerzo de describir tema por tema el contenido de 'Runnin' Wild'. Desde aquí ya os digo que cualquier intento hubiese resultado fútil. Sin más, haceos con el disco y opinad vosotros mismos.