miércoles, 6 de mayo de 2009

Firebird

Dudo mucho que alguien que escuchase a Carcass o Napalm Death a finales de los 80 llegase a imaginar que, con el tiempo, su guitarrista Bill Steer acabaría tomando un rumbo tan diametralmente opuesto al grindcore. Sin embargo, una década más tarde, con el nacimiento de Firebird, sucedió. Como también sucedió que dos de sus compañeros en sus primeras bandas, concretamente Michael Amott y Lee Dorrian, fijasen su vista unas cuantas décadas atrás para inspirarse en sus siguientes proyectos (en Spiritual Beggars y Cathedral, respectivamente). Pero así son las cosas, unos con más suerte que otros, los tres músicos sintieron la llamada de los 70, dando forma a uno de los fenómenos más curiosos (e ignorados) que nos ha brindado Inglaterra en los últimos tiempos (amén de ese revival por el sleaze que azota Albión desde hace apenas un lustro).

No obstante, y a pesar del ostracismo que muestran NME y otros vende-hypes británicos, Firebird continúan al pie del cañón. Buena señal de ello es 'Grand Union', su quinta entrega desde que en el año 2000 debutasen con una auténtica maravilla que recomiendo a todo aquél que guste del clasicismo de Cream, Led Zeppelin o Humble Pie, y que para su desgracia les colocó demasiado alto un listón que, a mi juicio, con este nuevo disco vuelven a rozar con la punta de los dedos. Y si bien es cierto que de los 12 cortes 3 son versiones (de James Taylor, Duster Bennett y los 'Pie), sus composiciones propias brillan con luz propia. Entra sino en su myspace, escucha 'Blue Flame' y 'Silent Stranger' y prepárate para un viaje en el tiempo sin Delorian.

O pincha en el video de abajo y presta atención a su 'Four Day Creep' de Steve Marriot & Co.