miércoles, 26 de septiembre de 2007

Great White

Turn the Page (Part 2)

Estoy convencido que incluso los más optimistas -entre los que me cuento- dábamos por perdidos a Great White. Felizmente, contra todo pronóstico, y a pesar de los enormes problemas personales que han acarreado sus miembros (el peso de 100 muertes debe ser una losa insoportable para la conciencia de cualquiera), aquí los tenemos de vuelta con 'Back to the Rhythm', otro grandioso disco a añadir a su discografía, y un más que digno sucesor a su anterior obra maestra, un 'Can't Get There From Here' que, desgraciadamente, ocho años después de su edición no ha conseguido elevarse a la categoría de clásico de los 90 a la que por derecho propio corresponde.

Sin embargo, y muy a su pesar, dudo mucho que ésa sea su principal motivación. Más bien diría, ateniéndome a algunos versos de estas nuevas canciones, que el leit motif de este 'Back to the Rhythm' es un intento desesperado de exorcizar unos fantasmas que les impiden pasar página en sus vidas. No es para menos, la verdad. Sería una auténtica lástima que la banda de Jack Russell y Mark Kendall pasase a la Historia del Rock exclusivamente por las funestas consecuencias de un accidente pirotécnico fortuito, pero supongo que el balance de víctimas de la tragedia de Rhode Island resulta tan abrumador que ni 10.000 obras maestras podrán jamás empañar un suceso de tal envergadura.

Si he de ser sincero, incluso yo mismo me he visto, a un nivel inconsciente –o eso quiero creer-, sacudido por ese terrible handicap. 'Back to the Rhythm' lleva algo más de un mes girando habitualmente en mi reproductor, y, aunque en ningún momento ha sido mi intención silenciar su existencia o, peor todavía, relegarlo al olvido, hasta el momento no me había visto con la suficiente energía para reseñarlo. Y no porque sea un disco triste y oscuro -al contrario, brilla lleno de esperanza-, es sólo que no ha sido hasta hoy que esta delicia para el oído humano ha reclamado con fuerza su lugar en el blog.

Pero hablemos de cosas más positivas, que de las buenas noticias nadie se hace eco. Como ya dije al principio, 'Back to the Rhythm' sigue la línea de su penúltimo trabajo, tan cercano en espíritu y sonido que sus canciones podrían pertenecer a la misma sesión de grabación de aquél. El grueso de las composiciones siguen siendo los cortes rockeros sin estridencias, pero de mayor o menor intensidad, al que se suman medios tiempos cargados de melodía y guitarras, y melosas -que no empalagosas- baladas. Dentro del primer grupo merecen destacarse el tema título, 'Here Goes My Head Again', 'Standin' on the Edge' y 'Neighborhood'; del segundo cabe reseñar 'Play On' y 'I'm Alive'; y, del lado más relajado, 'Was it the Night?' y 'How Far is Heaven?', dos exquisiteces con sendos interrogantes en sus títulos que, al igual que la escalofriante 'Just Yesterday', dicen mucho del estado emocional de sus componentes.

En el lado opuesto de la balanza, pero, encontramos dos cortes algo inferiores; por un lado, un muy ochentero 'Still Hungry' que, no sé por qué, me devuelve a la memoria el 'Cry of the Gipsy' de Dokken; y una versión de Humble Pie, el sobrevalorado '30 Days in the Hole', que, además de desentonar al lado del resto de temas, a mi juicio supone una mediocridad prescindible (nada que ver, por otra parte, con la que realizaron años ha Gov't Mule en su cuádruple directo 'With a Little Help From Our Friends', quienes -bien por ellos- omitieron los chirriantes coros a capella del inicio). De cualquier forma, un gran disco. De lo mejor del año.