jueves, 24 de noviembre de 2005

Richard Cheese

EL CROONER CANALLA

Si este es un blog dedicado al rock'n'roll, '¿qué demonios hace este personaje por aquí?' te preguntarás. '¡Ya hemos tenido suficiente con Pat Boone y Paul Anka!' exclamarán otros. No te confundas, amig@. La explicación es simple, basta que olvides su ridículo atuendo por un momento, aparques tus prejuicios, y rememores aquellas escenas de 'Man On The Moon' en las que Andy Kauffman escandalizaba al público de un nightclub bajo la forma de su alter ego Tony Cliffton. Sin llegar al nivel de irreverencia y sordidez de aquél, Richard Cheese no se dedica a insultar al respetable, pero sus 'motherfuckers' son los únicos que suenan de forma tan angelical; y a diferencia de Cliffton, no entona estándares como 'Volare', sino que se atreve con versiones lounge de temas rockeros del calibre de 'Girls, Girls, Girls' de Mötley Crüe, rap ofensivo de contenido porno como 'Me So Horny' de 2 Live Crew, o inmaculados hits poperos como 'Material Girl' de Madonna. Y todo ello sin despeinarse ni perder la compostura. Lo mismo ofrece un descuento de dos dólares en la compra de sus cd's a quien le proporcione 'estimulación manual' en su camerino, que arremete contra las féminas presentes en la sala que lleven implantes de silicona. Siempre con una sonrisa en los labios, eso sí. Todo es parte del show.

El día que me enteré que Avril Lavigne había versioneado (es un decir...) el 'Chop Suey' de System Of A Down descubrí de rebote la música de este crooner de mediana edad. Y esto fue así dado que el motor de búsqueda de eMule, ante 'chop suey cover', da como resultado, además del destrozo de la Lavigne, la particular revisión en clave lounge que Richard Cheese hizo en 2002 del hit de los armenios. Tras ese primer encuentro reconozco que pasé de seguirle la pista -y eso que esta clase de experimentos es uno de mis pasatiempos favoritos-, y no fue hasta hace unos meses, cuando aparecieron las reseñas de 'Aperitif For Destruction' en algunas revistas musicales, que mi interés llevó a hacerme con la obra de la Lounge Against The Machine y su ínclito líder. Cuatro son los artefactos sonoros que Richard y su trío de músicos de jazz han facturado desde el año 2000, pero, al igual que con Spinal Tap, circulan rumores de una discografía paralela que homenajea títulos clásicos del rock de los últimos 30 años, y que, al parecer, forma parte de privilegiadas colecciones privadas. A ver si la Thyssen los da a conocer en el Reina Sofía.

BACK IN BLACK TIE (*)
Este disco rinde tributo a las canciones de AC/DC y a otros grandes temas. Richard Cheese también editó 3 tributos más: 'Highball To Hell', 'For Those About To Lounge We Salute You' y 'Let There Be Dick'.
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THE BATTLE OF LAS VEGAS (*)
'The Battle Of Las Vegas' fue el primer disco de platino de Richard Cheese. Desgraciadamente, la mayoría de reproductores de cd no reproducen discos de platino, por lo que muy poca gente realmente lo ha escuchado.
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THE WHITE ALBUM (*)
El ambicioso 'White Album'. Los críticos acabaron muy confudidos merced a un desafortunado error de impresión.
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DAIQUIRI OF A MADMAN (*)
En este cd Richard Cheese se sirvió de una docena de versiones swing de temas hechos famosos por Ozzy Osbourne y Black Sabbath. Cortes clásicos incluidos: 'Kooky Train', 'Bark At That Moon' y 'Iron Man, Man'.
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Pero existen más mitos alrededor de Richard Cheese. Bueno, no precisamente de él, sino de su identidad real, el cómico que atiende al nombre de Mark Jonathan Davis. Pero no adelantaré acontecimientos. Antes, aún a riesgo de borrar cualquier atisbo de misterio que pudiera tener el personaje, me detendré en unos cuantos aspectos personales de nuestro hombre. Al fin y al cabo, él mismo se ha encargado de desenmascararse en varios medios de comunicación, desvelando detalles de su infancia, detallando sus primeros escarceos en el show business, haciéndonos partícipes de sus planes de futuro más inmediatos, e incluso revelando su estado civil.

Nacido en Phoenix, este soltero de 39 años se crió en el núcleo de una familia conservadora en cuanto a usos y costumbres y amante de las buenas maneras y el lenguaje decoroso. Sus primeros pasos sobre un escenario se produjeron en las aulas de teatro del Washington High School, para a continuación enfrascarse en su principal pasión, la radio. Convertido en colaborador de un programa de elevada audiencia, Mark se dedicó allí a dar rienda a su vis humorística, realizando imitaciones de personajes famosos y parodiando temas del Top40 (la de mayor calado fue una de REO Speedwagon). Tras un semestre trabajando en la estación radiofónica del campus de la Arizona State University, su puesto como ayudante de producción en un afamado show matinal le sirvió para ganar tablas en el terreno de la comunicación y la improvisación. Sería en ese espacio matinal donde formaría dúo junto al cómico, teclista y cantante Rob Izenberg, con quien interpretaría, a la manera de Weirld Al Yankovich, revisitaciones paródicas de éxitos del momento. Al cabo de los meses, viendo que su estancia en Phoenix no les reportaría los frutos que creían merecer, parten a Los Angeles. Corría 1990 y Mark contaba por entonces 25 años.

En la Premiere Radio Networks son contratados como guionistas de comedia; para, a continuación, y sin la compañía de su amigo Izenberg, dar el salto a Nueva York para ocuparse como compositor de jingles promocionales, campo en el que desarrollaría su faceta como músico y cosecharía notables éxitos, ganándose un nombre y una reputación en la industria. Resulta curioso mencionar sus trabajos para el gabinete presidencial de Bill Clinton, a quienes vendió alguna que otra broma política; y para la todopoderosa Disney, encargándose de inventar nombres rimbombantes para los restaurantes y atracciones del parque temático 'California Adventure'.

Tras este periplo en el mundo de la publicidad y las relaciones públicas, Mark regresa a Los Angeles, empleándose en el show de 'Kevin and Bean' de la KROQ Radio. En ese programa, dedicado en la parte musical al rock alternativo, crearía el antecedente directo de Richard Cheese: un señor de 55 años de edad, amante de Sinatra, que interpretaba versiones lounge de temas actuales. A partir de ahí todo vino rodado. Sólo había que darle una cara, un look y un nombre con gancho. La cara sería la suya -faltaría más-, el look se situaría a medio camino entre lo clásico y lo hortera, y para el nombre nada mejor que un juego de palabras ('cheese' es queso, pero su derivado 'cheesy' se traduce por cursi). El paso siguiente fue rodearse de un grupo de músicos, a los que rebautizaría con nombres de variedaddes de queso: Gordon Brie, Buddy Gouda, Frank Feta, Bobby Riccotta,... Los cambios en el line up han sido constantes desde entonces, lo único que se ha mantenido inmutable es la formación de trío (batería, contrabajo y teclado), a la que, de vez en cuando, se ha sumado una sección de vientos o un coro de infantes (antológica su interpretación del 'Beat It' de Jacko).

La edición en octubre de 2000 de su debut 'Lounge Against the Machine' se convierte, gracias al boca-oreja, en un éxito a pequeña escala, abriéndole las puertas a la MTV. Tras encabezar varios conciertos en el programa 'Say What Karaoke?' de la cadena llegan los shows en la Mansión Playboy, sus apariciones en The Howard Stern Show y la oportunidad de compartir escenario con The Brian Setzer Orchestra y Blink 182. Gracias a los 56.000 ejemplares vendidos de sus siguientes discos ('Tuxicity' y 'I'd Like A Virgin') logra fichar por Surfdog Records, la compañía donde milita, entre otros, el guitarrista de Stray Cats; y cuelan un tema en la banda sonora de 'Dawn Of The Dead', una versión del 'Down With The Sickness' de los nu-metaleros Disturbed.

En estos momentos, 5 años después de dar sus primeros pasos, y a 6 meses de la edición de 'Aperitif For Destruction', su última obra, Mark Jonathan Davis anuncia su retirada de los escenarios. Asegura que seguirá grabando discos, pero las apariciones públicas de su alter ego ya forman parte de la historia. Para el futuro tiene preparados una serie de proyectos, que pasan por escribir un libro, rodar una película y llegar a Presidente de la Nación -por el bando de los demócratas, por supuesto-; metas dudosas que chocan frontalmente con la claridad de su anuncio: este mes de diciembre Richard Cheese dirá adiós para siempre. Su postura parece definitiva, pero no rechaza la idea de franquiciar el personaje si se presenta alguien capaz de llevar adelante su caracterización. Una solución que dudo sea capaz de satisfacer a sus fans más acérrimos, pero que a Mr. Davis le irá de perlas para su cuenta corriente. No hay que olvidar que estamos hablando de alguien capaz de cobrarte 99 dólares si deseas que tu nombre aparezca en los créditos de su próximo cd, que, por cierto, será un recopilatorio.

Y como lo prometido es deuda, ahí van los 3 mitos que giran alrededor de nuestro crooner quesero favorito:

1. Mark Jonathan Davis no puede comer quesos procesados
2. Mark Jonathan Davis odia el humo del tabaco que nubla los nightclubs
3. Mark Jonathan Davis soporta, sobre el escenario, una enorme copa de martini que en realidad es agua embotellada

¿Estás dispuesto a descubrir cual de ellos es falso?


(*) Comentarios extraidos de su página web www.iloverichardcheese.com
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