Todavía es pronto para saberlo a ciencia cierta, pero es muy posible que en mayo de este año volvamos a tener un aliciente para ver la gala televisiva de Eurovisión. Si en la edición del pasado año Noruega confió en Wig Wam (quienes se hicieron con un honroso quinto puesto, no lo olvidemos), en esta ocasión Finlandia baraja la posibilidad de ser representada por Lordi, la banda monstrenca por excelencia. Como ya digo, a estas alturas aún no hay nada confirmado; todo está en manos de la ciudadanía finlandesa, que votará a mediados de marzo quien pasará a la fase preliminar. La cosa, sin embargo, está reñida. No sé qué tipo de mentalidad tiene la población en Finlandia, pero si extrapolamos con el sentir de nuestro país es lógico vaticinar que no se van a comer ni el agujero de un donut. Y si no, imagina la reacción de tu madre -o la pija de tu hermana- ante semejantes engendros. A pesar de esto, Lordi ya han jugado sus cartas: han cerrado el asunto de su candidatura, han escogido los temas que decidirán su suerte ('Hard Rock Hallelujah' y 'Bringing Back The Balls To Rock'), y han dado los primeros pasos para la promoción de su nuevo disco, 'The Arockalypse'. Por que, que nadie se equivoque, toda esta maniobra televisiva está enfocada, pura y llanamente, a darse a conocer a escala europea. Dicho por ellos mismos, vaya, que no me invento nada.
De momento, la compañía discográfica ya ha repartido una copia promocional. Y, como suele ser habitual últimamente, trae sorpresa -en este caso no del todo agradable-. El caso es que, dado que para su candidatura se han seleccionado dos cortes del disco, éstos no aparecen en la promo. ¡Vaya por Dios! ¿Cómo esperan que se haga una reseña en condiciones si al disco le faltan dos de sus temas clave? A mí no me preguntéis, la verdad está ahí fuera... Pero lo que ellos prefieren pasar po alto es el hecho que en las redes P2P ya circulan estas dos piezas de museo; y servidor ya las tiene en su disco duro, claro, por lo que puedo hablar con propiedad del asunto (ejem).Mi primera toma de contacto con Lordi se produjo el año pasado, con ese refrito que puso en circulación el sello Sanctuary, 'The Monster Show', un recopilatorio que reunía lo mejor de sus dos discos: 'Get Heavy' y 'The Monsterican Dream'. Sin ser nada del otro jueves, el artefacto me cayó simpático. Más que nada por las pintas que se gastan y por las poderosas imágenes de sus videoclips, para qué lo voy a negar. Sí, tienen buenos temas (sin ser clásicos, 'Would You Love A Monsterman', 'My Heaven Is Your Hell' y 'Blood Red Sandman' resultan más que correctos), y su directo es entretenido, pero el grueso de su repertorio es más bien flojo. Y, en honor a la verdad, con esta tercera entrega en estudio no remontan el vuelo. El factor sorpresa se ha volatilizado por completo, y el tiempo los ha puesto en su sitio dentro de mi ránking personal, por lo que mi interés hacia ellos ha mermado considerablemente.
Y eso que el disco es todo un alarde de dedicación; sólo hay que echar un vistazo al apartado de colaboradores: impresionante para un grupo de sus características. Eso sí, todas obedecen al criterio de fan del que siempre han hecho gala. No descubro nada si digo que KISS y Accept son dos de las mayores influencias de Lordi, y, precisamente, a las fuentes han acudido. Nada más y nada menos que Udo Dirkschneider (en el dueto 'They Only Come Out at the Night') y Bruce Kulick (quien aporta un solo en 'Snowing In Hell'). Y para rematar la faena, dos miembros de Twisted Motherfuckin' Sister: Dee Snider (prestando su afilada garganta en la intro inicial) y Jay Jay French (a las seis cuerdas en 'Chainsaw Buffét').
Pero poco ayuda que cuenten con una serie de invitados de lujo; el disco me ha dejado completamente frío. No niego que hay unos cuantos temas, como mínimo, graciosos, pero el conjunto me resulta de lo más lineal. No esperaba grandes cambios, la verdad, pero a mi parecer la fórmula se les ha quemado. Donde sí se han experimentado cambios ha sido en la formación, sustituyendo al bajista y a la teclista por nuevos miembros (Ox y Awa, respectivamente).LINE UP:
Lordi: Voz Y Programación / Amen: Guitarra / Ox: Bajo / Kita: Batería / Awa: Teclado
TRACKLISTING:
SCG3 Special Report / Hard Rock Hallelujah / The Deadite Girls Gone Wild / The Kids Who Wanna Play With The Dead / It Snows In Hell / Who's Your Daddy / Bringing Back The Balls To Rock / They Only Come Out At Night / Chainsaw Buffet / Good To Be Bad / The Night Of The Loving Dead / Supermonstars
a
Hasta el momento, mi único encuentro con uno de esos fragmentos ambientales había sido el tema 'Thriller' de Michael Jackson. Ya sabéis, el chirrido de la puerta, los pasos, el aullido... Recuerdo que entonces todo aquéllo me llamó poderosamente la atención. Eran sólo unos pocos segundos, pero creaban la atmósfera perfecta para sumergirse en la canción. De forma casi inmediata me topé con otro tema que también se iniciaba con ruiditos varios. Mi hermano se compró el cassette del 'Destroyer' de KISS el mismo día que yo me hice con el vinilo del 'Thriller', así que pronto llegó a mis oidos 'Detroit Rock City' y su larguísima intro. Aquello fue un shock, lo prometo. Pasaban los segundos, yo miraba mi digital de pulsera, y seguía pasando el tiempo. '¿Cuando comienza la canción?'. A partir de esa experiencia mis sucesivos encuentros con las introducciones fueron más relajados, pero no menos excitantes.
Si no me falla la memoria, las siguientes en ser disfrutadas fueron las de 'Hells Bell' de AC/DC y 'Forever' de Ozzy, dos piezas que no hablaban de la Navidad pero que, curiosamente, incluían campanadas. La que más me impactó fue la de Ozzy, por supuesto. Recuerdo que en aquellos días tenía reciente el visionado de 'El Nombre De La Rosa', y toda aquella parafernalia cisterciense en un disco de rock chocó frontalmente contra mi inocente concepción del mundo. ¡Madre de Dios, quien hubiese dicho que años después aquellos cantos gregorianos se pondrían de moda con los monjes de Silos! Si hasta se pusieron a la venta remixes para las discotecas de pueblo. Lo que no pase en España...
A partir de ese punto de inflexión, las intros pierden un poco la gracia, cayendo en picado en términos de popularidad y calidad. Las ambientaciones fantasmales y los monólogos de ultratumba se llevan la palma en los años siguientes, resultando cansinas, soporíferas y exasperantes. Pero, a pesar de ser norma, de vez en cuando sale a la luz alguna que vale la pena. Si más no, graciosa me parece la de 'Inside The Electric Circus' de W.A.S.P., y sólo de explosiva se puede calificar la de 'Impact Is Imminent' de Exodus. Aunque, sin ir muy lejos, la que más sonrisas provocó en su momento (al menos en mi círculo familiar) fue la de 'Another Sacrifice' de los catalanes Fuck Off. Era cachondo oir en un inglés carpetovetónico aquéllo de:
Y bien, aquí lo dejo. Ya sé que en el tintero me he dejado las outros (es decir, coletilla al acabar la canción) y cientos de miles de intros (chasquidos de latas de cerveza, eructos, momentos de pasión, invocaciones, rugidos de motosierras, etc), pero mi intención no era ser exhaustivo. Si tienes (y quieres) algo que añadir al tema estás invitado a dejar un comentario relatando tu aventura particular en este fascinante microuniverso. Cualquier cosa vale: tus preferidas, las odiadas, las cutres, las que te ponen,... Ilústranos un poco en este pozo negro, leñe.
Como ya hiciese en 'I'd Like A Virgin', Ricardo vuelve a homenajear una portada clásica -en este caso 'Dark Side Of The Moon' de Pink Floyd-; eso sí, sin dejar de aportar su toque high-class a la composición y al título. Martinis y ambientes soleados, ése es el espíritu que irradia nuestro hombre e inspiración. Cómo no, el tributo a los Floyd también se perpetra en forma de música, y para ello ha escogido su tema más radiado, 'Another Brick In The Wall Pt. 2', reconvirtiéndolo en una divertida pieza de bossanova. Pero, como ya he dicho, cuatro son las versiones que se han grabado para la ocasión. Ésa es una de ellas; las tres restantes se reparten en una casi irreconocible revisitación del 'Freak On The Leash' (Korn), y dos piezas de hip hop -género del que me considero un absoluto lego-: 'Bust A Move' (Young MC) y 'Badd' (Ying Yang Twins). Supongo que, a fuerza de escucharlos, con estos dos temas ocurrirá lo mismo que con anteriores adaptaciones de temas hip hop: acabaré identificándolos como temas propios de Cheese. Por que, es tal el carácter personal que logra imprimirle a su particular reciclaje, que el material acaba adquiriendo vida propia.
Para los más impacientes, añadir que el disco llegará a los estantes el próximo martes 7 de febrero gracias al sello Mastertrax; y para los más optimistas, comentar que, a pesar de no haber -de momento- un calendario de conciertos para el presente 2006, el artista está dispuesto a retractarse de sus anteriores declaraciones, en las que hacía público su retiro de los escenarios. Crucemos los dedos.
Así, mientras en la grabación en vivo 'Guns Don't Kill People... Ironboss Does' (2001) sí encontramos composiciones inéditas (amén de una versión del 'Motorcycle Man' de Saxon y un par de cortes pertenecientes a su anterior obra en estudio), en sus dos siguientes discos pocas novedades hallamos. Algo lógico, por otra parte, si tenemos en cuenta que 'Roll Out The Rock' (2002) es un recopilatorio que reúne singles, splits, demos, descartes y versiones rescatadas de varios álbumes-tributo (AC/DC, Aerosmith, Van Halen...). Pero el muerto ya huele con 'Hung Like Horses' (2002), en el que sólo se incluyen 6 temas de nueva hornada, y donde las piezas ya conocidas son las que, en su momento, eran novedad en 'Guns Don't Kill People...'.
Una lástima que nadie les haga el menor caso (el Popu les dedicó una entrevista y cubrió sus lanzamientos hasta 'Hung Like Horses', pero después... silencio) y que una gira por nuestro país se vea como algo muy remoto. Pero bueno, quién sabe. Si el Serie Z renace alguna vez de sus cenizas, ésta sería una buena banda a tener en cuenta. Ellos y Jackyl, por supuesto. Roarrrrrrrrrr!!!
No me atreveré a otorgarle todo el mérito al señor Turbin -letrista de todos esos temas, amén de 'Gung Ho' y 'Armed & Dangerous', y creador de las melodías vocales-, pero no hay que restarle importancia. Tampoco especularé sobre la suerte de la banda si Turbin hubiese continuado en sus filas en los siguientes álbumes, pero de lo que no me cabe duda es que El Hombre del Guante de Metal es uno de los mejores y más versátiles cantantes de Heavy Metal de todos los tiempos (aunque mi amigo Xavi no opine lo mismo...).
Desafortunadamente, Turbin no tuvo la suerte que merecía. Multitud de proyectos que no llegaron a buen puerto, grabaciones que ni siquiera vieron la luz, audiciones para entrar en las filas de Riot, Badlands, Legs Diamond, ¡¡Vinnie Vincent Invasion!!,... incluso llegó a participar en un disco tributo a Limp Bizkit, haciendo una versión de una versión (sí, sí, el 'Faith' de George Michael). Una carrera que ni la de Boris Karloff en sus horas más bajas, vaya. Pero cuando todo el mundo le daba por perdido, en 2003 se rodea de un grupo de músicos de auténtico lujo (Paul Shortino, Jeff Scott Soto, Tommy Gunn, Sean Flynn, Mitch Perry, Vernon Anderson, Steve Mcknight, Kurt James, etc), reúne una serie de temas de la más variada ralea y los graba para dar forma a 'Threatcon Delta', su debut en solitario; un disco pétreo como la kryptonita, sólido como el adamántium, y firme como un pene bañado en viagra.
Una vez se ha entrado en el disco, menuda sorpresa, señores, esto sí es Heavy Metal Americano, y no mierdecillas del estilo Iced Earth. Influencias del hardcore neoyorkino ('Cut The Chase' es Nuclear Assault en estado puro, mientras que 'Sick Of It All', ¿un homenaje a la banda de los hermanos Koller?, es 100% old school) y del hard-rock clásico (la versión de 'Dolly Dancer' de Hendrix me suena horrores a Blackfoot), ecos a su pasado ('What You Can't Control' posee todos los ingredientes que hacen únicos a Anthrax), rock'n'roll de carretera ('Wrecking Ball'), revisitaciones de clásicos (su 'Touch Too Much' de AC/DC no palidece frente al original, créeme) y una colección de estribillos que se te graban en la piel (los de 'The Truth Is The Best Lie' y 'Dog Eat Everything' son grandiosos). Quién lo hubiese dicho, el bueno de Turbin se sacó de la manga un disco de lo más apetecible, diversificado y agradable de escuchar. Y lo que es más sorprendente: el paso de los años no ha resentido su voz, que se mantiene en un excelente estado de forma. Más comedida que en 'Fistful Of Metal', pero perfectamente controlada, la adapta sin aparentes problemas a lo que cada tema pide.
Y bien, si Misfits se inspiraron en su momento en todo lo que rodea la serie B cinematográfica, The Crimson Ghosts optan por beber directamente de los artífices de clásicos como 'Green Hell', 'We Are 138' o 'Hybrid Moments'. Y lo hacen poniendo las cartas sobre la mesa. El nombre con el que se han bautizado, The Crimson Ghosts, hace alusión, además de a uno de los temas incluidos en el disco 'American Psycho', al serial rodado en 1946 en el que aparecía el enmascarado que inspiró el Fiend Skull, la calavera que sirve de logotipo de la banda.
Su look mortecino es otro punto en común, con abundancia de ojeras y cutis marcados por la Muerte. En cuanto a la música, la fórmula de siempre: los característicos coros, los bruscos cambios de tempo, la influencia de la serie B en los textos y los acordes con sabor a 50's. Todo está aquí.
'Leaving The Tomb', la introducción instrumental cargadita de FX de ultratumba y guitarras furiosas, nos da la bienvenida, dando por sentado que la resurrección es algo que no sienta nada bien. Acto seguido, dos inyecciones letales, 'Reborn Of Trioxine' y 'When They Howl', disparan adrenalina en nuestro corriente sanguíneo y nos hacen vociferar frases extraídas del guión de una película mala de Peter Cushing. La rabia zombi cede un par de milímetros a la melodía en 'Sons Of The Zodiac', un tema que demuestra que en este subgénero hay que tener un mínimo de capacidad pulmonar a la hora de cantar. Si no lo crees, intenta repetir -en voz alta- el estribillo sin perder la voz a mitad del verso. El ritmo no decae en los dos siguientes cortes, momento en el que nos topamos con uno de los mejores temas del disco, 'Death From Above', una composición que si llevase la firma de Only, Danzig y compañía se elevaría a la categoría de clásico de su discografía. Otra de las joyas la encontramos más adelante, 'Necrobabe', con intro acústica, una sección de cuerda en su parte central, y la mejor interpretación vocal del álbum. Soberbio. ¿El resto? No desmerece, lo prometo. Basta con echarse al oído 'Regan (Is Possessed)' o 'Hunted' para que agites tu mechón al viento y apuntes al techo con la mano cornuda.
Ciñéndonos a la actualidad, en estos momentos el cuarteto anda liado en la composición de los temas que formarán parte de su segundo lanzamiento, 'Carpe Mortem', que, si nada se tuerce, verá la luz el próximo mayo. Los títulos de los temas que ya tienen acabados dejan las cosas claras de por donde seguirán los tiros: 'Patchwork Fuckface', 'Somewhere In A Casket', 'The House', 'Back For No Good', 'Ol´Devil Lee', 'The End Of Days', 'Night Of The Dead Prom Queen' y 'Reptile'. Qué duda cabe que es la banda sonora ideal mientras se hojea cualquier ejemplar del 2000 Maníacos.
Admito que este 'Rocket Ride' ha sido mi primera toma de contacto consciente con los alemanes. En alguna ocasión había oído -que no escuchado- alguno de sus anteriores temas, y la verdad es que, siendo como soy bastante reacio al power metal de corte épico, me parecieron más bien poquita cosa. No los metía en el mismo saco de bandas tan cochambrosas como Gamma Ray, Rhapsody, Hammerfall y 50.000 más, pero no veía destellos de personalidad por ningún lado. Aunque, después de empaparme su nueva entrega, qué queréis que os diga, mi opinión no se ha visto alterada sustancialmente. Se pueden escuchar, sí, al igual que se puede escuchar a Los Caños sabiendo que no te vas morir por ello, pero, buff... sin tener nada que ver con toda esa chusma que he citado, yo prefiero mantenerme al margen de su propuesta. Y con esto no digo que el disco sea malo. Afortunadamente han desterrado la tontería power de su sonido (adiós al jodido doble bombo) y han echado mano de raíces más clásicas, orientándose hacia un heavy rock bastante melódico. La machacona rapidez de antaño ha quedado aparcada -al menos de forma temporal-, introduciendo abundantes medios tiempos y algún que otro tema más acelerado, dando lugar a un disco bastante diversificado. Un repaso al tracklist confirma mis palabras: el primer corte, 'Sacrifice', son 8 minutos que rayan con el progresivo (la melodía de piano me recuerda más de la cuenta al tema de Dream Theater, 'Space-Dye Vest'), 'Rocket Ride' y 'Wasted Time' son auténtico old school -con reminiscencias vocales a Geoff Tate y Bruce Dickinson-, 'Return To The Tribe' los devuelve excepcionalmente a sus orígenes (con un alocado y delirante solo vocal), y excentricidades como 'Trinidad' aportan el toque más desenfadado de un trabajo divertido sin más. Repito: sin más.
Tras el alto indefinido anunciado a su regreso de EEUU a principios de 2004, Hardcore Superstar volvieron a poner en marcha la maquinaria en verano del año pasado. La edición del single 'Wild Boys' se tradujo en un bombazo en su Suecia natal, y meses más tarde, en noviembre, la publicación de su nuevo álbum ha repetido la buena acogida que tuvo su carta de presentación, cosechando valoraciones muy positivas en varias publicaciones autóctonas. Incluso han sido nominados al equivalente sueco del Grammy en la categoría de Mejor Banda de Hard Rock (el resto de nominados son Opeth, Candlemass, Hammerfall y Meshuggah).
No es uno de los discos del 2005, pero su escucha asegura un rato de lo más divertido. Siempre y cuando no pertenezcas a esa nueva estirpe de rockeros que sólo invierten su tiempo y su dinero en obras con ínfulas de permanecer atemporales por los siglos de los siglos. Si es así lo llevas mal, porque HCSS ni van a revolucionar la escena ni van a marcar un punto de inflexión en tu vida. Su música es tan intrascendente como perecedera, tan simple como el Rock'n'Roll, pero -como reza la inmortal coletilla que lo justifica todo- a mí me gusta. Y punto en boca.
Centrándome en el disco debo decir que tras su escucha mis expectativas se han visto holgadamente superadas. Qué poder, tíos, cuánta calidad desprende cada uno de sus surcos (bueno, bits, en este caso). Fuerza, emoción e inspiración, tres ingredientes que rara vez se alinean de forma tan magistral como aquí y que da como resultado una docena de temas redondos. Empezando por el corte que sirve de apertura, el homónimo 'Burning Tree', hasta la reposada 'Turtle', el título que lo cierra, todas las canciones se traducen en momentos llenos de magia.
¿Tendremos pronto a Crank County Daredevils por nuestro territorio? No tengo ni la más remota idea, pero, de lo que sí podemos estar seguros es que su disco de debut, 'Kings Of Sleaze', está por encima de los últimos trabajos de muchas bandas veteranas. Sin ser una maravilla, al menos las premisas básicas del Rock'n'Roll están presentes: energía, electricidad y suciedad, mucha suciedad; tanta que se podrían llenar varios containers. Se les ha comparado con Mötley Crüe, y bueno, aunque yo no me atrevería a situarlos ni a un nivel cercano, el arranque del primer corte nos trae a la memoria el clásico 'Looks That Kill' de Neil, Sixx y compañía. Los 8 temas restantes siguen una línea parecida, con la cazallosa voz de Scotty P siempre en primer término y, un paso más atrás, los afilados riffs de un par de guitarras. En los intensos 34 minutos de 'Kings Of Sleaze' no hay lugar para baladas ni medios tiempos, aquí sólo caben la fanfarronería, la diversión y el visssio.
Después, Velvet cuenta que cuando están de gira pasan el día con 5 dólares, que grabaron el disco gracias a la limosna de sus amigos, y que no pueden permitirse grandes lujos. No sé yo... porque luego afirma que se ha construido un estudio de grabación en ¡una casa que data de 1929! No sé, no sé... Dudo mucho que su posición económica roce el umbral de la pobreza. Todos esos tatuajes cuestan dinero, ¿o es que también se los hizo un amigo? Fuck yeah, a mí todo esto me suena a fantasmada, amiguito.
Su primer álbum oficial, 'Born A Lion', tampoco se queda atrás. De principio a fin un himno tras otro. Me resulta imposible hacer un cálculo aproximado de las veces que he escuchado este disco. ¿200? ¿300? Y el número aumenta cada mes. Con un planteamiento más hard-rockero que su carta de presentación, el 'disco naranja' (así lo llamo yo) es un cofre del tesoro que guarda diamantes de muchos quilates: 'Papa', 'Soul On Ice', 'Suicide Woman'... Si eres propenso a caer en las adicciones será mejor que no te acerques a este disco. Esto es rock intravenoso.
¡Y qué decir de sus directos! Simplemente, imbatibles. Le pueden mirar de igual a igual a cualquier coloso que se os pase por la cabeza. A cualquiera. El carisma que derrocha el Sr. Jones en escena convence al más escéptico, os lo aseguro. Un showman en toda regla que lo mismo te arranca una carcajada (tremendas sus muecas), te pone cachonda (hablo por las niñas, quienes, ante la visión de su mega-lengua, incluso llegan a incomodarse) o te emociona (su interpretación del tema 'The Mountain' es sencillamente estremecedora). Les he visto en un par de ocasiones y las dos veces ofrecieron conciertos magníficos. Cuento los días para volver a tenerlos delante.
Las últimas noticias de la banda son algo confusas. En primer lugar, durante este mes de enero y parte de febrero abrirán para ¡Nickelback! en una docena de conciertos por su Canadá natal. No tengo nada en contra de la banda de los hermanos Kroeger, pero creo que es una combinación un tanto chocante; una banda totalmente underground -pero con muchísimo potencial para sonar fuerte en las emisoras comerciales- y unos auténticos revienta-charts. Un doble cartel que me recuerda el tour que realizaron Red Hot Chili Peppers con Toilet Boys. En cualquier caso, una buena oportunidad para ganar nuevos fans; más que nada porque los aforos rondarán los 5000-13000 asientos. En otro orden, la elección del single de presentación parece que no está del todo clara. Por una parte, el propio Danko Jones, según declaraciones de algunos fans que han hablado con él personalmente, ha asegurado que la banda ha grabado un videoclip para el tema 'Baby Hates Me'; mientras que VH1 ha hecho público un comunicado en el que informan que el primer single en ver la luz en Estados Unidos seré 'First Date'. De momento, ni una ni otra opción se han confirmado. Lo único realmente cierto es que algunas emisoras han radiado 'Sticky Situation' como tema de avance. Da igual, sea cual sea el single de presentación, lo que de verdad importa es que ya tenemos nuevo material de Kojones, Dan Kojones.