martes, 12 de agosto de 2008

Exodus + 3 Inches Of Blood

Lunes 11 de Agosto, Sala Apolo (2), Barcelona

Todavía recuerdo el día -allá por 1986/87- en que mi hermano y yo salimos de compras y servidor se agenció 'Animal House', el debut en solitario de Udo Dirkschneider, y mi hermano -totalmente a ciegas- 'Pleasures Of The Flesh' de Exodus. Una vez en casa, y tras un par de escuchas de cada vinilo, empezamos a conjeturar cual de los dos discos era mejor. Mi hermano defendía su adquisición, y yo, lógicamente, hacía lo propio con la mía. Pero, meses después (y fraternales rivalidades al margen), el veredicto era unánime: el quinteto yankee se imponía sobre los teutones. Y es que, sin despreciar el trabajo del canijo germano, los de Bay Area habían grabado una obra maestra del thrash metal. Los psicóticos solos de Rick Hunolt y Gary Holt, los gruñidos de Steve Souza y sus inconfundibles melodías vocales, la pegada cavernícola de Tom Hunting a la batería,... Todo de lo más bruto. Y de las canciones ya no digo nada. 'Deranged', 'Parasite', 'Brain Dead', 'Pleasures Of The Flesh', 'Seeds Of Hate', 'Choose Your Weapon'... ¡Demasiada caña para el cuerpo!

Ha llovido mucho desde aquéllo, y los años y los excesos les han pasado demasiadas facturas: drásticos cambios de formación, largas temporadas de silencio, bajón en sus últimos discos (de calidad, que no de tralla), ... Pero ahí siguen Gary Holt y Tom Hunting, dejándose la piel en escena. Lástima que su actual repertorio de directo deje de lado el material que grabaran con Souza. A excepción de 'Toxic Waltz' y 'Blacklist', el resto del setlist se basa en su ópera prima, 'Bonded By Blood', y sus dos últimas entregas, demasiado crudas para mi gusto.

El poder de convocatoria de Exodus ha mermado desde los días en que no era raro ver bandas de thrash en la MTV, es cierto, pero la respuesta que, a día de hoy, reciben de sus fans no guarda proporción con el número de tickets vendidos. Sin ir más lejos, éste fue el ambiente que se vivió anoche en la sala pequeña de Apolo. Totalmente demencial.

Fueron 90 intensos minutos de moshing, headbanging y circle pits, y apuesto que más de un asistente se fue a la cama calentito. Lesiones, traumatismos, contusiones, moratones,... Y, mientras, la banda incitando al caos desde el escenario. ¡A eso se le llama atentar contra la salud pública!

Como muestra de su brutalidad aquí os dejo un clip (con llave de pressing incluída):



No me olvidaré de los teloneros, los canadienses 3 Inches Of Blood. Sin ser santo de mi devoción, su actuación me pareció de lo más entretenida; e incluso me hicieron soltar unos cuantos berridos con su himno ultrametálico 'Deadly Sinners'.


¡Por el poder de Greyskull!