El año pasado, más o menos por estas fechas, le dediqué una entrada a la saga de videojuegos que más ha hecho por el Rock'n'Roll hablando de sus virtudes fisioterapéuticas, de su capacidad adictiva y bla, bla, bla... Bien, doce meses después, quien aquí suscribe finalmente ha sucumbido a tamaña insensatez y se ha agenciado para su vetusta PS2 el pack 'GuitarHero: Aerosmith', que, además del juego, incluye ¡dos mandos de guitarra! Despídanse, pues, del onanismo en solitario, y den la bienvenida a la Era de las partidas en pareja en las que poder cooperar, medir habilidades o, incluso, declararse una Guerra de Guitarras, un combate a firstblood en el que todo vale para intentar desestabilizar a tu contrincante (desde romperle una cuerda a sobrecargarle el amplificador).
'Guitar Hero: Aerosmith' repite las pautas marcadas por 'GH3', con idénticas opciones y mecanismos de simulación, pero a nivel gráfico supera a su modelo original gracias a unas logradísimas reproducciones faciales de los Toxic Twins y un espectacular realismo en los movimientos, que dan la sensación de estar viendo en vivo y en directo a los auténticos Aerosmith. El juego, además, repasa la trayectoria de la banda partiendo de sus primeros conciertos en fiestas de instituto hasta cubrir sus más recientes actuaciones en la antigua Unión Soviética, visitando a su paso las salas y auditorios (con cuidados escenarios cargados de piezas móbiles) que han marcado su carrera. Incluso seremos testigos de su show a medias con ¡Run DMC!
Pero la mayor sorpresa reside en el repertorio seleccionado, muy alejado del típico greatest hits. Un repaso a la lista de canciones ('Make It', 'Uncle Salty', 'Rats In The Cellar', Draw The Line',...) parece confirmar que los de Boston se han volcado en promocionar su material más primigenio, dando cancha, sobretodo, a 'Rocks', 'Toys In The Attic' y su ópera prima. No olvidan los clásicos de sus últimos 20 años, faltaría más, pero los dosifican prácticamente con cuentagotas. Así, de 'Permanent Vacation' en adelante sólo se incluye un tema por disco. ¿Incomprensible? Quizás, aunque no es menos cierto que con tanto recopilatorio, tanto live album, y tanta cesión para bandas sonoras, algunas de sus canciones han sido sobreexpuestas hasta la nausea. Y bien, no negaré que me hubiese hecho ilusión puntear temas como 'Crazy', 'Crying', 'Dude (Looks Like A Lady)' y tantísimos otros, pero tal vez sea mejor así; demasiado daño han hecho ya cosas como 'I Don't Want To Miss A Thing' o toda la purria contenida en 'Just Push Play'.
Ahora sólo nos queda esperar a que su próximo disco rockee tanto como su juego. De momento, el título que han anunciado, 'Priapism', promete muchísimo. Ojalá se hayan chutado unas buenas dosis de Viagra y consigan ponérnosla dura. Like a rock!