A Tribute to Iron Maiden
Recientemente la revista inglesa Kerrang! ha repetido la jugada de hace un par de años, volviendo a editar un disco tributo a una de las bandas enseña del Heavy Metal. Así, mientras en 2006 vio la luz una relectura al completo del 'Master Of Puppets' de Metallica conmemorando el vigésimo aniversario de su lanzamiento, en esta ocasión el homenaje está dedicado a la Doncella de Hierro, no ciñéndose a un disco en particular sino al grueso de su cancionero (por suerte no más allá de 'Brave New World'). De esta manera, el límite esta vez no está en el número de canciones a recrear, sino en la capacidad de un cd normal, multiplicándose el número de covers y, por ende, de artistas implicados (15 en el caso que nos ocupa).
Como es habitual en este tipo de inventos, el resultado final no está a la altura de lo esperado. Y es que cuando se reúne, entre otros, a unas pocas bandas veteranas (Metallica, Dream Theater, Machine Head), a otras tantas jóvenes promesas (Black Tide, Avenged Sevenfold, Trivium, Year Long Disaster), y a una abundante pléyade de aspirantes emergentes de la tercera división (Glamour Of The Kill, Sign, Madina Lake, Ghostlines, Fighstar), el nivel acaba siendo tan irregular que termina por desanimar al oyente más curtido.
Por lo general, las versiones son bastante fieles a los originales (demasiado tal vez en algunos casos), y los pocos que se atreven a darle un enfoque nuevo tropiezan con el despropósito y la vergüenza ajena. Si no me crees escucha las adaptaciones de Glamour Of The Kill, Sign, Madina Lake o Ghostline, alineaciones que no sólo tienen en común un cantante al que parece que le han metido el palo de una escoba por el culo -de lo asustados que parecen encarando estos temas- sino que con sus interpretaciones traicionan la esencia de sus modelos. Black Tide, en cambio, y pese a su juventud, respetan el espíritu; y lo mismo se puede decir de Avenged Sevenfold, Trivium, Devildriver, Coheed & Cambria, Fighstar, Year Long Disaster o Dream Theater. Todos ellos más o menos cumplen, aunque, bajo mi punto de vista, los vencedores por KO son Metallica, Machine Head y los punkarras Gallows. Los primeros parece que han recuperado las formas de antaño durante la grabación de 'Death Magnetic' y sorprenden con una revisitación de 'Remenber Tomorrow' que tira de espaldas. Es más, Hetfield y compañía no se conforman con añadir una original intro/outro de cosecha propia, sino que le inyectan al tema una agresividad como hacía tiempo no desprendían. No se quedan atrás tampoco Gallows, quienes reducen el ya de por sí primario 'Wrathchild' a su mínima expresión. De lo más saludable.

Pero que nadie haga sonar la alarma. Si gustas de SOAD, la propuesta de Scars On Broadway no te decepcionará. Es más, me atrevería a decir que con su debut en solitario Malakian ha llevado un paso hacia adelante el sonido de su antigua banda, obteniendo la continuación lógica y natural al díptico 'Mezmerize'/'Hypnotize'. Una nueva vuelta de tuerca, en definitiva, que se traduce en 45 minutos, 15 canciones y un puñado de adjetivos a aplicar: de simpático a accesible, de desmadrado a discotequero, de calmado a desquiciado/desquiciante. Un disco de claroscuros, directo y sencillo que huye de la trascendencia pueril y apuesta por la diversión más desenfadada. Toma nota, Serj.
Pero antes de que 'Guitar Hero Metallica' tome forma definitiva, el próximo 12 de septiembre, el mismo día que vea la luz su inminente álbum 'Death Magnetic', Metallica pondrá a disposición de los usuarios de la consola XBox 360 que dispongan de conexión a internet todas y cada una de sus nuevas canciones –previo pago, claro está- para interpretarlas en ‘Guitar Hero 3’. Seguro que los más puristas pondrán el grito en el cielo al ver a su banda favorita prostituirse de esta forma, aunque yo lo único que lamento es que tendré que soportar la presencia digital de Robert Trujillo y sus poses de chimpancé cada vez que inicie una nueva partida. Por fortuna, al enano de Lars Ulrich le veremos poco el (poco) pelo, aunque es posible que el repelente baterista reclame -como siempre- mayor atención y se integre un nuevo ángulo de cámara que nos torture con su fea cara.
Esperemos que a su paso por Europa se dejen caer por aquí y nos vuelvan a patear el trasero. Y, si no es pedir demasiado, con alguna que otra sorpresa en el repertorio. Ahora que los renacidos The Stooges se han animado a interpretar en directo algún que otro tema perteneciente a 'Raw Power', estaría bien que Tommy Lee y Vince Neil arrinconasen de una vez su maldito ego, se olvidasen de ese aborto titulado 'Generation Swine', y se decidiesen a repasar en vivo los álbumes 'Mötley Crüe' (el que grabaron con John Corabi a las voces) y 'New Tattoo' (con Randy Castillo a los tambores). Sería grande poder corear 'Punched In The Teeth By Love', 'Power To The Music', 'Treat Me Like The Dog I Am', 'Smoke The Sky', 'Dragstrip Superstar' y todas esas grandísimas canciones.
Coñas aparte, 'Along Came A Apider' me parece un disco fantástico. Llevo un mes escuchándolo prácticamente a diario y creo que aún le queda cuerda para rato. Algo muy a tener en cuenta en los tiempos que corren, en los que lo habitual es que un disco me dure dos semanas como máximo. Y eso que en las primeras escuchas no me causó muy buena impresión... Supongo que el carácter espontáneo de sus dos obras anteriores pesó más de la cuenta. Y es que, como ya sabréis, 'Along...' es un álbum conceptual; un pelín sobreproducido, y, afortunadamente, a la vieja usanza. Es decir, en un solo disco (con cuarenta y pico minutos de música) y sin intros coñazo entre tema y tema (todo lo contrario, por cierto, a lo hecho por Judas Priest en su insufrible 'Nostradamus').
Además, me encanta el artwork del cd, muy de peli de terror de serie B. Mi elemento preferido es el nuevo logo, para el que han tomado el tradicional maquillaje que rodea los ojos de Alice y lo han transmutado en 'The Spider Blade', una especie de arma ninja arrojadiza de forma arácnida, consistente en ocho pinchos alrededor de un aro. Magistral. Si Bette Davis levantase la cabeza y pudiese ver cómo ha evolucionado la plasta de rímel que desfiguraba su rostro en el film '¿Qué fue de Baby Jane?' -y que sirvió de inspiración a nuestro protagonista-, no cabe duda de que aplaudiría.

De aquí a dos meses los tendremos por nuestro país, en una gira que los llevará por 8 ciudades. En la Ciudad Condal, que es la que tengo más a mano, abrirán una velada de tributo a Thin Lizzy encabezada por los catalanes Schizophrenic Spacers. Esa noche la banda capitaneada por Lon Spitfire dejará de lado su material propio y sus fidedignas versiones de Van Halen y The Who para deleitarnos con un set basado en el legado de la mayor banda de Rock surgida de la República Irlandesa (Thin Lizzy, no te equivoques). Se destilará magia, seguro.
Ha llovido mucho desde aquéllo, y los años y los excesos les han pasado demasiadas facturas: drásticos cambios de formación, largas temporadas de silencio, bajón en sus últimos discos (de calidad, que no de tralla), ... Pero ahí siguen Gary Holt y Tom Hunting, dejándose la piel en escena. Lástima que su actual repertorio de directo deje de lado el material que grabaran con Souza. A excepción de 'Toxic Waltz' y 'Blacklist', el resto del setlist se basa en su ópera prima, 'Bonded By Blood', y sus dos últimas entregas, demasiado crudas para mi gusto.
'Guitar Hero: Aerosmith' repite las pautas marcadas por 'GH3', con idénticas opciones y mecanismos de simulación, pero a nivel gráfico supera a su modelo original gracias a unas logradísimas reproducciones faciales de los Toxic Twins y un espectacular realismo en los movimientos, que dan la sensación de estar viendo en vivo y en directo a los auténticos Aerosmith. El juego, además, repasa la trayectoria de la banda partiendo de sus primeros conciertos en fiestas de instituto hasta cubrir sus más recientes actuaciones en la antigua Unión Soviética, visitando a su paso las salas y auditorios (con cuidados escenarios cargados de piezas móbiles) que han marcado su carrera. Incluso seremos testigos de su show a medias con ¡Run DMC!
Pero la mayor sorpresa reside en el repertorio seleccionado, muy alejado del típico greatest hits. Un repaso a la lista de canciones ('Make It', 'Uncle Salty', 'Rats In The Cellar', Draw The Line',...) parece confirmar que los de Boston se han volcado en promocionar su material más primigenio, dando cancha, sobretodo, a 'Rocks', 'Toys In The Attic' y su ópera prima. No olvidan los clásicos de sus últimos 20 años, faltaría más, pero los dosifican prácticamente con cuentagotas. Así, de 'Permanent Vacation' en adelante sólo se incluye un tema por disco. ¿Incomprensible? Quizás, aunque no es menos cierto que con tanto recopilatorio, tanto live album, y tanta cesión para bandas sonoras, algunas de sus canciones han sido sobreexpuestas hasta la nausea. Y bien, no negaré que me hubiese hecho ilusión puntear temas como 'Crazy', 'Crying', 'Dude (Looks Like A Lady)' y tantísimos otros, pero tal vez sea mejor así; demasiado daño han hecho ya cosas como 'I Don't Want To Miss A Thing' o toda la purria contenida en 'Just Push Play'.
Y de éstas hay un buen puñado en '4'. Si gustas de los temas instrumentales, 'Giant' y 'Super Computer' son un buen cebo al que hincarle el diente; las contagiosas 'Daisy Chain', 'Revival' y 'Don't Do It' no te harán soltar el anzuelo por más que lo intentes, y la versión de 'Astronomy Domine' de Pink Floyd te mantendrá sujeto al sedal hasta el final. En resumen, un disco irresistible para picar que demuestra que las viejas recetas siguen dando de sí. Y que sea por muchos años. A ver si para un hipotético '13' los muchachos siguen en sus... ejem, trece.
Pero a lo que iba... El viernes 20 de junio me dio el arrebato (irreprimible) y a la mañana del día siguiente pillé carretera y manta. Por delante me esperaban 7 horas tras el volante, pero, a pesar de mi odio a la conducción, la idea de vivir de cerca la segunda jornada del festival me empujó a continuar el trayecto.