miércoles, 20 de junio de 2007

Ian Gillan

Siempre que confecciono una lista mental de mis cantantes favoritos, en las primeras posiciones nunca faltan los nombres de Rob Halford, Ronnie James Dio, John Bush, Freddie Mercury, Serj Tankian, Dan McCafferty, Layne Staley... pero, no sé por qué, jamás me viene a la cabeza quien ha sido -intervalos incluidos- la voz de Deep Purple durante más de 4 décadas. Y reconozco que es una injustia por mi parte, porque sólo he de pinchar temas como 'Strange Kind of Woman' o 'Child in Time' para percatarme que Ian Gillan pertenece, junto a los citados más arriba, la mamona Linda Lovelace y el traga-espadas Captain Don, al Olimpo de las Gargantas Privilegiadas.

Pues bien, con la finalidad de corregir de una vez por todas esos inoportunos lapsus de memoria que me asaltan en tan importantes lances, hace unos días me sometí -durante dos estajanovistas jornadas- al visionado del doble dvd 'Highway Star (A Journey in Rock) - The Full Official Story Behind The Voice of Deep Purple-', un excelso documento que repasa vida, obra y milagros (y muchas miserias también) del vocalista púrpura a través de ¡¡360 minutos!! de entrevistas y declaraciones cruzadas. Y, creedme, hay tiempo y espacio para todas y cada una de las cuestiones que preocupan a cualquier purplemaníaco de pro. Desde sus inicios en un grupito poppie a su admisión, posterior dimisión, consecuente reincorporación, imprevista expulsión e inesperada (pero firme) reintegración en Deep Purple, pasando por sus excesos con el alcohol, las rabietas con Blackmore, su participación en 'Jesus Christ Superstar', su carrera en solitario, sus problemas financieros, su accidentado paso por Black Sabbath, sus episodios nudistas... y varios cientos de historias más.

Pero no todo es cháchara y auto-bombo. En el segundo disco se recogen un puñado de filmaciones en vivo pertenecientes a la gira del disco 'Bananas', además de encuentros sobre el escenario con Dio o el tenor Pavarotti. Lástima que todas esas grabaciones sean de reciente factura, con un Gillan bastante ajado a nivel vocal y sin la presencia a las seis cuerdas del amigo Ritchie. Aunque, si es eso lo que quieres, tienes bastante donde escoger; el catálogo videográfico de Purple no peca precisamente de exiguo. Pero antes, un consejo: ni se te ocurra desdeñar este 'Highway Star'. Podrías lamentarlo.