Ha pasado más de un mes desde que MS actuasen en Barcelona, y desde entonces he escuchado 'Three Headed Dog', su última obra, más de una veintena de veces. ¿Por qué he dejado pasar tanto tiempo hasta plasmar mis impresiones? Digamos que me he visto forzado a esperar el momento de hacer las paces con el disco. Y no es que estemos hablando de un trabajo difícil; no he tenido que pelear más de la cuenta para hacerme con los estribillos, melodías y solos que guarda en su interior. El problema es que, tras apabullarme con su reciente directo, esperaba más. Mucho más. Y ya sabéis lo que ocurre cuando las expectativas no se cumplen: es complicado conciliarse plenamente con las canciones.
Otro problema es que, a diferencia de su anterior 'Moanin', a 'Three Headed Dog' le falta ese 'algo', ese 'duendecillo', que te empuja a escucharlo constantemente. Y es que lo peor que puede pasar a la hora de sentarte a escuchar música es hacerlo con la sensación de estar cumpliendo una imposición. Pero el tiempo ha acabado por poner las cosas en su sitio, 'i've made up my mind' (que diría Coverdale), y he aquí mis conclusiones: 'Three Headed Dog' no es un mal disco, pero ni mucho menos es el discazo que se supone debía ser, y que desde algunas revistas nos quieres hacer creer. Y es que no puedo evitar pensar que, si se hubiesen excluido algunos temas, el resultado final hubiese mejorado. Por más que haya a quien le parezca que los 18 cortes que se incluyen son hit-singles en potencia, mi opinión al respecto es que cualquiera que crea algo así verá automáticamente cerradas las puertas del 99% de las corporaciones discográficas si pretende conseguir trabajo allí. Definitivamente carece de olfato para detectar canciones con el gancho suficiente para convertirse en revienta charts. Y me refiero tanto a los charts de esta década tan miserable que nos ha tocado vivir, como a los de los 90, los 80 o los 70.
En lo que no vamos a discutir es en la calidad de muchos de esos 18 temas; ahí no veo ningún problema. Aún así, hay canciones de las que yo hubiese prescindido sin contemplaciones. Por ejemplo, 'False Alarm' y 'First Impression' me parecen correctas caras B, pero no merecedoras de estar donde están; al igual que 'How Did You Know' o 'Gorilla Monsoon', que desprenden un tufillo a Soundgarden que a mí, particularmente, me resulta molesto. Sin olvidar 'Left For Dead', algo así como un mix entre Nirvana y Black Sabbath que realmente me frena en seco.
Pero, ya digo, no todo es negativo. Canciones como '(I'm) Obsessed', 'Panic Attack', 'Sleep', la sureña 'Today Is The Day', 'Great Til '78', 'Stealing My Shadow', 'German Creepshow', las vitamínicas 'Violence Going Down' y 'Wake Up Call', 'Beg Borrow Steal', o esas dos deliciosas incursiones en el country, 'Let It Go' y 'Standing Still', valen su peso en oro.
No sería mala idea que el próximo disco de Mother Superior fuese una suerte de 'Intensities In Ten Cities', aquel directo en el que Ted Nugent nos aplastaba con diez composiciones totalmente inéditas grabadas en vivo. Es muy posible que, en esas condiciones, las canciones de MS sonasen como lo hacen en sus shows: enérgicas, demoledoras, estremecedoras... Aunque, pienso en 'Live At Fox Theater' de Rose Hill Drive, y la idea no me parece tan buena. Aquél es un buen disco, pero ni mucho menos refleja lo que son capaces de hacer sobre un escenario.